martes, junio 20, 2006
Nuevo número de la revista Litoral
Bajo el título de Poesía a la carta, la revista Litoral ofrece un especial dedicado a la Gastronomía en el arte y en la literatura.
De los textos y poemas que incluyen, me han interesado especialmente los de Roger Wolfe, María Eloy García y Luis Alberto de Cuenca.
Un huevo, por ejemplo
Hay más misterio
en un huevo -por ejemplo-
friéndose en aceite
que en todas las leyendas
y todos los cuentos de hadas
del universo.
El misterio
y el milagro
de la vida
y de la muerte:
un huevo -por ejemplo-
chisporroteando
en una sartén llena de aceite.
Roger Wolfe
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La reponedora Muriel
sólo tú haces de un día vacío todo el día
eres el demiurgo sencillo de un universo diminuto
arrastrando en el círculo sexto sección láctea
todo el palé de la tristeza
repones el ansia con el ansia
y el tiempo con el tiempo
sólo tú tienes la contradicción misma
de los dioses
te vanaglorias de un orden
que será siempre destrozado
y al levantarte con el cuerpo tan antiguo
miras los pasillos inexactos
sección deseo llena de realidad
sección verdad llena de historia
a una simple voz tuya todas las bandejas dicen carne
los mostradores revelan la verdad subconsciente de sus 10 grados
se alinean las hileras
surgen anaqueles rebosantes de todo lo que puede desearse
sólo tú tienes como todas las mañanas
tres horas justas para crear un día
María Eloy García
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En el supermercado
Cualquier lugar es bueno para el odio,
hasta el supermercado. "¿Por qué compras
esto en lugar de aquello? ¿Estás de oferta
o qué? ¿Crees que soy tonto y que no oigo
las cosas que te dice el pescadero?
Me aburro. No te aguanto. No te olvides
de la botella de ginebra. ¡Ah, no,
déjate de comida preparada!
Aprende a cocinar como mi madre."
"Cuanto tú aprendas a comerme el coño"
Luis Alberto de Cuenca
yo creo que cualquier lugar es bueno para el odio, EN ESPECIAL el supermercado.
ResponderEliminarNo puedo evitarlo... Luis Alberto de Cuenca siempre me hace gracia.
ResponderEliminarNo puedo evitarlo... Luis Alberto de Cuenca siempre me hace gracia.
ResponderEliminarAhora tendré que salir a comprar su nuevo librito (en ningún supermercado, por si acaso)
ResponderEliminarAhora tendré que salir a comprar su nuevo librito (en ningún supermercado, por si acaso)
ResponderEliminara mí me encantan los super, no puedo evitarlo, es una fijación desde la primera juventud. Eso sí, he visto escenas de verdadero odio marital en el super, que se presta mucho a eso porque es el escaparate de la radiografía familiar. Uff, cómo estoy de espeso. Gracias por los comments (je, dobles) y saludos a ambas.
ResponderEliminarsi ademas de leer este suculento menú, intentas hacer de anfitrion con algunos amigos o vas de invitado y como entrantes o segun van apareciendo los platos aceptas como alimento algunos de esos poemas, estupendo. Yo lo hice no hace mucho tiempo. una cena irrepetible, os lo aseguro.
ResponderEliminarPor cierto Quique he vuelto a leerte.
te acuerdas? Gerardo Venteo. con el comentario te adjunto mi dirección de correo electrónico. Tengo algo para tí.
un abrazo.
El supermercado si, es de los mejores... sobre todo cuando las cosas más que en pareja, se hacen en familia...
ResponderEliminarPero, también, un lugar que no falla y que es siempre el mismo... es en el coche...!!
Un saludo!!