Me lo contó María.
Dos peluqueras muy jóvenes, mientras trabajan (una al lado de la otra).
Exterior anocheciendo.
Octubre y lluvia.
"- El chico que conocí ayer me ha mandado un mensaje pidiéndome que le acompañe al médico mañana.
- Pero... ¿no es demasiado pronto?
- Eso creo yo, que esas cosas son para más adelante.
- ¿Y qué le has dicho?
- Que me lo estoy pensando".
Con independencia de cualquier juicio de valor sobre el notas (cuenta Kurt Vonnegut que en los años 30, en América, un notas era el que olía los sillines de las bicis de las chicas), como ven, hay veces que la vida imita al arte.
cómo se atreve? si fuera yo, lo mandaba a hacder gárgaras...
ResponderEliminarpero no le resulta encantador, Sra. Pussy??
ResponderEliminarTomo nota del notas que anota Kurt, que me parece una actitud extremadamente enfermiza. Estupendo.
ResponderEliminaren sevilla se utiliza mucho "notas", así que ya sabemos por qué. Un abrazo. :))
ResponderEliminarqué romantica eres, cutilla; yo lo que de verdad pienso es que lo que quería era que jugaran a los médicos y por el tema de los móviles, los mensajes y las teclas, le salió ir al médico. Un beso.
ResponderEliminarVeo que está disfrutando de Vonnegut! Gran post.
ResponderEliminargracias, Alvy; enorme libro. Cutilla, pero cuántala aquí, no dejes a los demás con la intriga. Un saludo a los dos.
ResponderEliminarpero cuéntaloooooo
ResponderEliminarjejejeje
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