ULTIMO BAÑO DE CARLOS BARRAL EN CALAFELL
Adentrarse la mar en uno mismo
ahora que Septiembre aleja
a los turistas y parece como
si los bloques de apartamentos
decrecieran y el pueblo recordara
cuando era un pueblo de ligeras barcas
y de mástiles y aparejos
aún no mordidos
por la usura del tiempo.
Y adentrar en la mar otros mares pretéritos
de un tiempo sin memoria
que sigue siendo nuestro
aunque desordenado entre unas ruinas
que no pudimos detener y amamos.
Y salir y adentrarse el aire, oscuro
presagio de tormenta, en uno mismo
y sentir cómo cede, suave, la arena fría
bajo los pies que ya son tacto solo
y contemplar con la mirada dócil,
pupila sola, el pueblo ahí
y ahí también, permaneciendo,
la misma mar poblada
de los personajes que fueron
y que, como los buzos que levantan
el pulgar antes de sumergirse,
me miran y dicen que sí,
que aprueban, a pesar de todo,
cuanto ocurrió, cuanto acontece
en esta hora última
en la que busca un albornoz
el personaje
-reconfortado, acorde, sin rencor-
al que le corresponde despedirse.
Ultimo baño de Carlos Barral en Calafell pertenece al cuaderno Dos figuras de mi historia civil, que publicó en 2004 la colección Vitolas del Anais, dirigida por el siempre generoso Alfonso Salazar. En relación al título, y al cuaderno, añado la cita y la nota que aparecían junto a los poemas:
“Y yo siempre he pensado que las palabras más sencillas
deben ser más que suficientes. Con decir lo que está pasando
a cualquiera se le tendría que romper el corazón.
Nota: El título de este cuaderno es una copia de Diecinueve figuras de mi historia civil de Carlos Barral, de 1961, precisamente el protagonista de uno de los poemas y uno de los poetas que he leído con más gusto en los últimos años. Antes que la variación, el disimulo o la invención –que no iba a satisfacerme- he preferido directamente repetir su afortunado y sugerente título. Como escribió José María Alvarez en la nota a su Otro poema de los dones que copiaba casi íntegro el Poema de los dones de Borges: “He preferido a la vericuetos de la imitación la brillantez del plagio (...) Son cosas que suceden, precisamente, en las mejores familias.”
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pues a mí lo que me ha llegado al alma es la frase de Brecht. lo sencillo es lo verdadero.
ResponderEliminarRecuerdo el poema, recuerdo la vitola, recuerdo tu lectura y me acuerdo levemente del presentador. Besos
ResponderEliminarsí, Sra.Pussy, esa cita de Brecht es muy importante (al menos para mí). Ay, las lecturasss, volando y cuti. Un beso
ResponderEliminarLogiamente yo no me acuerdo de nada. Ja, ja, ja pero me ha gustado.
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
¿Por qué cada cita de Borges es tan sumamente ENORME? ¿Por qué? Porqué Borges es un genio inacabable para suerte de la humandidad venidera.
ResponderEliminargracias, miriam, cómo me gustan esas risas. Sí, Sr. Singer, mucho Borges; a ver si lo vamos poniendo por aquí; los poemas de Borges me encantan. Abrazos, saludos y esas cosas.
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