No se me ocurre mejor modo de celebrar la entrada número 200 del blog que un poema y una canción.
Lo que me gusta de este mundo de los blogs es sus señales, las marcas que dejan para que las sigas. Es como la entrada de hoy: un poema que no sabía que existía y que descubro en un blog; una canción que me ha noqueado y que también desconocía, la descubro en otro. Esta, para mí, es su grandeza: los caminos que me están mostrando contínuamente.
Un poema de Tess Gallagher
No vivió mucho Raymond Carver: tan sólo 49 años.
Tess Gallagher fue su compañera durante los últimos once años. Por aquí, de la mano de Bartleby, el año pasado se publicó su libro de poemas El puente que cruza la luna (Moon crossing bridge), repleto de poemas sobre su vida con Carver y acerca de la sensación y la vivencia de esa muerte (según he podido enterarme echando un vistazo a la red). Por cierto, atentos a las librerías porque Bartleby editará este año el libro de memorias de Gallagher "Carver y yo"
No he leído el libro (lo haré enseguida), pero ayer descubría un poema en el blog de Ana Pérez Cañamares, El alma disponible (gracias, Ana). Uno de esos poemas que te confirman la confianza en la poesía, uno de esos poemas que te dejan de piedra porque dicen exactamente aquello que uno apenas era capaz de balbucear. Una auténtica joya. Un trallazo de delicadeza y fuerza, de sinceridad y de exactitud.
Lo que me gusta de la poesía es la forma que tiene de llegar a las cosas, de mirarlas y de, en sólo unos versos, llegar a la auténtica esencia de lo que pasa. La poesía, para todo esto, es infalible.
Quizá este es el poema que tendría que haberle dejado marcado a mi madre. Creo que dice todo lo que, a veces, he intentado decirle, explicarle, pero que no he conseguido. Lo había dicho ya Tess Gallagher. Como nunca es tarde, se lo dejo aquí:
Ahora somos como aquel montón mate de arena
del jardín del Pabellón de Plata de Kyoto,
diseñado para revelarse sólo a la luz de la luna.
¿Quieres que esté de duelo?
¿Quieres que guarde luto?
¿O, como la luz de la luna en la arena blanquísima,
quieres que use tu luz para brillar, para relucir?
Brillo. Estoy de duelo.
Una canción de Ana Carolina y Seu Jorge
De la mano de Olvido y sus Frag-mentos (gracias, Olvido) me llega esta canción arrebatada y arrebatadora. (Es una versión del tema The blower's daughter de Damien Rice (de su disco o) que se coló en la peli Closer, creo que en las imágenes a cámara lenta del principio). Aunque me he hecho la promesa de no poner demasiados vídeos, no puedo resistirme y pongo al final un montaje de tema y peli.
En su versión brasileña se llama Eu não sei parar de te olhar y es una pieza monumental, la mejor para celebrar lo de las entradas y lo que haga falta. Cómo me gusta. Preparad los pañuelos...
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ResponderEliminarVerdaderamente el poema es precioso,dentro de la angustia y pena que expresa. Creo que me compraré el libro. Un beso
No sólo es precioso, sino que es un auténtico hallazgo, da en la diana. Franco, directo, hermoso, es un gran poema.
ResponderEliminar. Buenos días Quique, oye decirte que yo la titulé ‘Eu não sei parar de te olhar’ pero que en realidad se titula :É Isso Ai. “Esto es así”. Y sí, tienes razón, se descubren cosas muy interesantes en este buceo de la blogosfera. Es curioso, pero hay momentos que se produce ese
ResponderEliminarBrillar con la luz de otro.
Todos aprendemos de los demás.
Gracias y buen día
Fíjate lo que me fío de ti, Olvido, que podías haber puesto alguna burrada y yo la hubiera puesto :). De nuevo, gracias por el tema, no para de oirlo (y de cantarlo). Buen día también para ti.
ResponderEliminarPRECIOSO EL POEMA COMO DICES, SOBRE TODO PARA LOS AMANTES DE LO BREVE.
ResponderEliminarbuenisimo el tema de Damien Rice, buenisimo, buenisimo, it's made my day!
ResponderEliminarEl poema precioso, más aun en este momento, se tendría que brillar, se merece brillar con la luz de el. Lo leí ayer en el blog de Ana Mª, me quedé sobrecogida. La música la escucharé cuando de nuevo me funcionen los altavoces (creo que tienen vida propia) Un beso. Cuti
ResponderEliminarGracias, Volando. Esos poemas breves, de fragmentos casi de poemas, son como un relámpago y muy característicos de la modernidad. La poesía escoge el poema breve, me imagino que como el relato el relato muy breve o la novela la nouvelle o novela muy corta. Un abrazo.
ResponderEliminarPussy, Pussy, ya me tenías preocupado con tu ausencia. Me alegro de que te guste la canción. A mí me gusta mucho también. Es una mezcla intensa como de alegría y pena, muy bien cantada, además. Un beso fuerte.
Cuti, no sabes lo que me gusta que te guste el poema. Es muy bueno. Eso del brillo es alucinante. En cuanto a los altavoces, ten cuidado con ellos; cualquiera sabe... Un beso fuerte.
Precioso poema, precioso tema. Gracias por todo. Besos a los tres.Ros
ResponderEliminar¿Te parece bonito? Y se queda tan ancho. Míralo, el tío nos deja a todos temblando por todas partes, como cuerdecitas de guitarra... resonando en nuestro hueco particular (a cada quien le afloran oscuridades distintas según el poema -pedazo de, que no conocía tampoco- o la canción -que como le dije a Olvido, conocía bien y me rescató-).
ResponderEliminarDefinitivamente, esta retroalimentación de las bitácoras (¡¡nada de "blog feedback" leÑe!!), es un paso más, no sé a dónde, pero uno más, en la evolución de cómo nos percibimos los unos a los otros. Dicen que disimulan soledades, pero no estoy de acuerdo, yo he palpado el abrazo de carne y hueso de mucha gente gracias a este mundo... los haya visto en persona (unos cuantos) o no. No me explico, lo siento, pero seguro que me entendéis.
Pd: el otro día le hicieron una entrevista en la radio a Gabi Martínez sobre el libro del que hablabas el otro día. Tiene gracia, me ha parecido más interesante ahora, leyendo tu comentario. Qué mal se venden algunos escritores (los honestos, imagino). Aunque una cosa me escama: hacerle un seguimiento a la Kurkova no es una tarea, es un chollo… :-P Soy de morenas, de toda la vida, pero ej queee…
Re-Pd: Comento pocas veces porque no me gusta la prisa, pero que sepas que leo, que a veces copio, guardo y leeeo. Y esto a cuento para decirte que estas semanas he estado leyendo revistas literarias, esas cosas tan caras que nunca compro y siempre huroneo por ciertas bibliotecas o la FNAC, y a veces uno se encuentra con jóvenes poetas “reconocidos” y, bueno, no sé, que no vería mucha diferencia si algunos de esos tuvieran una bitácora y tú, y algunos otros “blogueros” que visito, una paginita en Quimera… Creo que no entiendo de poesía, pero me da igual. Sólo respondo, reflejo, me dejo. De los dos últimos poemas que has colgado (de tu libro), el segundo, especialmente, me recuerda a Benedetti, a lo mejor es accidental (si eso existe).
Recontra-Pd: No sé si dejarte en la sección de enlaces en la que te puse (con los temas que tocas) o subirte a la de arriba (con los que te tocan), ¿qué hago, doctor?
Olvido me mandó pa'acá...y hala,llorar otra vez. ¡Qué racha, Dios mío!
ResponderEliminarAnte todo, Sergi, decirte que disfruto, como un enano, con tus comentarios. Qué delicia.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que dices, estoy contigo en lo de la retroalimentación. Para mí está siendo muy importante las pistas, los libros, las músicas que estoy encontrando en otros blogs. Creo que asistimos a una auténtica revolución y te cuento: mientras que la forma normal de conocimiento venía de suplementos, revistas de música, de poesía, etc, ahora (y justo ahora comprendo por qué) se me están acumulado sin apenas echarle un vistazo. Lo que encuentro en los blogs que frecuento es mucho más rico, más vivo, más ágil y, sobre todo, más cercano.
Las quimeras y otros deben replantearse su papel, olvidar el pose académico que las hace demasiado rígidas. Eso sí, todavía es pronto. El bacalao lo siguen partiendo ellas, pero poco a poco habrá algunas bitácoras que serán más leídas y, sobre todo, más seguidas en cuanto a tendencias, importancia de voces, etc.
En cuanto a lo de los enlaces, haz lo que debas, do the right thing. Lo que hagas, Sergi, estará bien hecho, amigo.
Sobre todo, gracias, y un fuerte abrazo.
Gracias, Marsu, me he reido con tu comentario. La coincidencia con Olvido viene de un copia y pega de su espléndido blog. Oir la misma canción en dos sitios diferentes debe, efectivamente, ser muy duro. Un saludo y gracias, Marsu.
ResponderEliminarQue grande Tess, no es justo que la ignoremos al ser la mujer de... pero es que ¡es díficil evitalro! lo de Salinger no es casualidad es un proyecto que hemos iniciado varios blogs.
ResponderEliminarNo vamos a ignorarla, desde luego que no, Sr. Alvy. Ya me he aclarado con lo de Salinger, menos mal. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarHola Enrique, ya sabes que siempre llego tarde. El poema es certero, tienes toda la razón. La canción, querido amigo, no le va a la zaga... y, casi lloro, claro...
ResponderEliminarNo sé si sabes las referencias que hay detrás de algunos de los poemas de Ada Salas. Te regalo para el cumpleaños de tu blog uno, menos triste,
"Fue canto este dolor.
Tiene cuerpo
y caído
lo que fuera el poema. Oscura
vocación de profecía".
Abrazos.
William's daddy.
Gracias a ti, Enrique.
ResponderEliminarVuelvo a leer aquí el poema y vuelvo a estremecerme.
Respecto a los blogs... yo gozo con esto como gorrinillo en lodazal. Las palabras de los demás me completan, me enseñan, me salvan, me divierten, me acompañan... Me pongo frente al ordenador y cada tarde puedo hacerme y leerme mi propia antología con gente y textos en los que confío a priori. Es como tener una reunión en mi cuarto con gente de conversación interesante, y tan adorable que cuando te cansas te dejan marchar sin un reproche. En fin, una gozada.
!Dios! !Y la canción! Al final lo has conseguido! ¿Dónde tengo los kleenex?
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