miércoles, junio 13, 2007

Cuatro días de alquiler, de Angel Petisme

Sebastián Salgado


Cuatro días de alquiler

Salud, navegantes de la telaraña, nadadores de invierno,
escribidores de bitácoras, náufragos en general.
Salud a los psicópatas virtuales, verdugos del silicio y solitarios de la Red.

Después de unos meses de travesía, embarcado de grumete,
haciendo los trabajos sucios de la tripulación,
infectado de Badtrans y Kournikovas, lleno de cicatrices,
esparciendo mi agenda en el viento,
atracando en los cielos e infiernos de Internet,
mareándome en las procesolas páginas de la CIA y el FBI
que rastrea en nuestros correos
cualquier atisbo con el nombre Osama,
leyendo a poetastros sin Active X,
eyaculando sobre el ano de diosas que follaban con sus mastines
que deglutían a tres impúberes
que retrataban siete pedófilos a su vez...,
he fletado mi cascarón de nuez
con un rollo de papel higiénico por bandera.

Nada de lo que aprendimos en el colegio sirve.
El Ebro nace en Reinosa mas puede que desemboque en El Ejido
y riegue complejos hoteleros, parques temáticos
y campos de golf que ya parcelan.
El tiempo es un continuo y no entiende de lunes ni diciembres.
El dinero cambia de nombre pero no de bolsillos.
Y la mierda, aunque apagues la tele, el móvil, los satélites,
y canceles tu puerta con siete candados, salpica a diestro y siniestro.

Hay nuevas disciplinas y asignaturas que aprender:
"Silencio", "Temblor", "Memoria"...
La humanidad no tiene remedio. Sólo algunos seres justifican el mundo
y te ayudan a vivir, como dijo Camus.
Ellos se salvan de la quema.
¿Pero quién distingue a los buenos de los malos?
¿Dónde se compra el auténtico, el milagroso detector de verdades?
¿Quién alimenta con potitos y sangre al Hitlerito que llevamos dentro?
Cuatro días de alquiler en un planeta que no es nuestro.
Carpe diem.

Algunos hemos encontrado
en eso que antiguamente se llamaba el "arte"
la energía de nuestras vidas.
Y eso nos hace generosos, distintos y millonarios.
Somos nubes que pasan entre la iglesia
de nuestro bautizo y la de nuestro funeral.
Cuando los gusanos me la chupen entenderán la cita de mi epitafio:
"Yo declaro a este hombre libre".


Angel Petisme
(Calatayud, Zaragoza. 1961) ha publicado, entre otros, Cosmética y terror (1984) Constelaciones al abrir la nevera (2000), ¿Sueña Dios con buñeles eléctricos? (2000), Buenos días, colesterol (2000), El cielo de Bagdad (2004) e Insomnio de Ramalah (2005). El poema pertenece al libro del mismo nombre, Cuatro días de alquiler (Libros de Berna, Zaragoza. 2003). En 2006 vio la luz el libro Teoría del color. Antología 1977-2006 (Sial). Angel Petisme es, además, músico. En este enlace más información.


Hace un año: Audi 100, de Manuel Vilas + What kind of blogger are you?


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11 comentarios:

  1. Anónimo9:32 a. m.

    Genial, Enrique, me ha encantado. Buenisísisimo.
    Voy a copiarle un trozo al bloguero pródigo (léase Sergi) que estaba de capa algo caída.

    Muchas gracias

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  2. Anónimo10:15 a. m.

    Y a mí, y a mí. Voy a recomendárselo a las manzanas.

    Un beso, Miriam G.

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  3. Sólo existe un peligro. El de creerse uno de ellos...

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  4. Es lo mejor, sicero y visceral que he leído en mucho tiempo.
    (No veas lo que tengo que hacer ahora para conmentar en tu blog).

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  5. Gracias, Marsu; creo que a Sergi le puede gustar este peassso poema. Me alegra mucho que te guste. Un beso y gracias a ti.

    Jejeje, Miriam, es un poema fuerte, duro, real, y un poeta magnífico, con un sentido del poema adorable. Me alegro que se lo pongas a las manzanas. Un beso.

    Gracias, Olas; sí, ese peligro, pero también el de no creérselo. Un saludo y muchas gracias por tu comentario.

    Siento lo de los comentarios, primo, no sé qué coño le pasará a blogger. En todo caso, sé que nos leemos. Yo disfruto mucho contigo, vamos, muchísimo y me alegra de que te haya gustado este poema. Tenía muchos para elegir, no era difícil acertar. Una estupenda antología. Un abrazo, primo.

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  6. Anónimo2:45 p. m.

    Que crueldad, pero que bien escrito y expresado. Una parte del mismo, aunque nada tiene que ver, me ha recordado a una frase de la película Estaciones de paso: las estaciones pasan una detrás de otra y no saben nada de nosotros. Qué de verdades contiene el poema. Un beso. Cuti

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  7. Es una preciosidad en mi módica opinión! Recuerdo Borges:

    Inscripción en cualquier sepulcro

    No arriesgue el mármol temerario
    gárrulas transgresiones al todopoder del olvido,
    enumerando con prolijidad
    el nombre, la opinión, los acontecimientos, la patria.
    Tanto abalorio bien adjudicado está a la tiniebla
    y el mármol no hable lo que callan los hombres.
    Lo esencial de la vida fenecida
    -la trémula esperanza,
    el milagro implacable del dolor y el asombro del goce-
    siempre perdurará.
    Ciegamente reclama duración el alma arbitraria
    cuando la tiene asegurada en vidas ajenas,
    cuando tú mismo eres el espejo y la réplica
    de quienes no alcanzaron tu tiempo
    y otros serán (y son) tu inmortalidad en la tierra.

    Un beso

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  8. "Y la mierda, aunque apagues la tele, el móvil, los satélites,
    y canceles tu puerta con siete candados, salpica a diestro y siniestro."

    Se puede decir más alto, pero no más claro.

    Si es que... (barriendo para casa)..con esa/e "sutil" lengua-dedo, tenía que ser maño!! :))

    Recomiendo "El Cielo de Bagdad". En Bachiller han trabajado con él y ha sido todo un éxito por el enganche con los alumnos.

    Mire que joya he encontrado:

    “La poesía de Petisme tiene, ahora más que nunca, un aire de fiesta con realidad fantástica, un carnaval con la verdad por máscara, un tumulto de callejeo épico bajo toda la lírica solar del cielo. Poesía armada como espectáculo del lenguaje más vivo.”

    Un abrazo.

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  9. Creo que sin duda Loriga es uno de los escritores más singulares del panorama actual. Alejado de recursos fáciles propios de otros escritores de su hornada (Mañas, Pedro Maestre, etc...) alguno de sus libros, como Héroes, debería de estudiarse en los colegios.

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  10. Contesto a media mañana, gracias :))

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  11. Anónimo5:24 p. m.

    Muchas gracias Enrique por amplificar mis poemas y gracias por vuestros comentarios que no merezco. Un abrazo
    Ángel

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