lunes, julio 30, 2007
Lo que me dejo pendiente
Resulta inevitable dejarse cosas pendientes; los años me han enseñado que es una tontería empeñarse en dejar todo atado y bien atado ante unas vacaciones, una ausencia, una mudanza... Tal vez es incluso imprescindible una especie de atillo con esa ristra de cosas que nunca terminamos del todo. Decía Paul Valéry que un poema nunca se termina, que se abandona. Es eso lo que quería decir y, como siempre, ya hay alguien que lo ha dicho mejor, pero es necesario volver a decirlo.
Me voy a ir con ganas de poner muchas cosas (por ejemplo, una serie con los poemas nuevos de Ana Pérez Cañamanes, que va poniendo en su blog El alma disponible, y que son magníficos, muy buenos; también me falta por poner un último poema de Juan Carlos Friebe, de su libro Las briznas, que me llevo de vacaciones y al que por cierto debo email) pero no creo que importe demasiado, tiempo habrá...
Tengo poemas anotados para traer aquí, canciones y he intentado este fin de semana hacer una recopilación (estilo las que hacía en cinta) y dejarla aquí con posibilidad de bajarse. No lo he hecho; la culpa la tiene Olvido (también le debo email) que me informó de la nueva recopilación de Van Morrison, que he estado oyendo. (Por cierto, quien los quiera, estos son los enlaces para descargar los dos discos: enlace 1 + enlace 2 y ojo que el winrar tiene password: purgatory)
A veces me pregunto si toda esa serie de cosas pendientes no es lo que nos hace sentirnos vivos (a veces), si no serán una serie de pactos invisibles con uno mismo y que son justo los que nos llevan a tomar impulso para saltar a por lo siguiente, pasar a lo siguente.
Ni he ordenado mi habitación, ni papeles, ni libros, ni discos. Incluso, cuando intento poner algo de orden en el ordenador (que, por el nombre, debe ser para eso) en el que trabajo, todo termina más desordenado, repleto de carpetas que ponen pendiente: pendiente de escuchar I, pendiente de escuchar II, pendiente de leer III, pendiente de ver XXIV, uffff.
La vida es una tarea pendiente que no podemos demorar; habrá que decir lo que habíamos retrasado buscando un momento que es ahora mismo; hay que corregir ese poema, poner en la bandeja el disco que esperaba un hueco porque el coche no es el sitio idóneo, ni el walkman; hay que mirar la luna y pensar en Shakespeare... Todo es ahora, justo ahora, right now (me gusta cómo suena esto) y lo pendiente de atrás, que aplazamos, se confunde con lo que tenemos pendiente por delante, lo que nos aguarda, sin que lo sepamos.
Vale.
Hace un año y dos días: Cerrado por vacaciones
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Gracias Quique por ese Moondance.
ResponderEliminarSabes, me ha gustado mucho eso de “lo pendiente de atrás, se confunde con lo que tenemos pendiente por delante”.
Me gustan las palabras que como ‘pendiente’ tienen muchos significados y en este caso realmente tener algo pendiente es “una joya que se lleva colgando”.
Un beso;-)
Buen día
Yo por fin estoy cumpliendo mis deberes respecto a Nabokov.
ResponderEliminarA veces, cuando terminamos lo que tenemos que hacer, se nos queda cara de bobos, como pensando "¿...y ahora, qué?". Tener cosas pendientes nos asegura el regreso a ellas; tú regreso a nosotros, Enrique.
ResponderEliminarGenial esa foto primera, con el paraguas de colores cubriendo lo evidente y la mano sobre la rodilla.
Disfruta las vacaciones, el merecido descanso. Carpe diem por unos días, que lo pendiente ya retornará a tí.
Un beso.
María
Yo tengo un listado siempre en el bolso de cosas pendientes de hacer, lo leo cada mes y creo que he tachado en un año solamente una. Descansa y desconecta de la rutina diaria por un mes que se lo tiene uno merecido después de 330 días y procura solo leer y oir música y así vas adelantando algo en u listado de pendientes. Un beso, Mam.
ResponderEliminarYo siempre digo que los planes están para romperlos. No se apure, será per tems!
ResponderEliminarYo termino el día siempre pensando en lo que no hecho, pero los años me han enseñado que si todo va bien después viene otro. Las vacaciones son para desconectar, hacer lo que generalmente no hacemos, y sobre todo disfrutar, en tu caso en pareja, en el mío, de mis hijos y de mi pareja sin el agobio de todos los días lo mismo. Besos enormes a los tres, a ver si para el año que viene organizamos unas (aunque solo sean tres o cuatro días) juntos. Echaré de menos tu blog estos dias, que aunque no te escriba no me lo pierdo nunca. Ros
ResponderEliminarQué gusto seguir tus reflexiones, las coincidencias, los pasos más allá, las sorpresas...
ResponderEliminarEn primer lguar: gracias por tenerme pendiente. Es como si alguien me colocara en el futuro y me permitiera verme allí, pequeñita... pendiente.
Yo tengo una relación ambigua con lo pendiente. Llevo siempre en el bolso una libretita y en su primera página figura el encabezado: pendiente. La abro con placer, porque me gusta dejarme señales; y la cierro con agobio porque tacho más lenta de lo que quisiera. Supongo que es un reflejo de un problema casi filosófico: necesitamos la seguridad de un futuro y sin embargo esa seguridad nos roba el presente, el único tiempo en el que se vive. Últimamente, intento apuntar menos cosas y hacer las que puedo en el momento en que se me ocurren. Pero es difícil, siempre falta alguna condición y al final he de apuntarlas. Y a veces easas "condiciones" no son más que estúpidas, sospechosas excusas. En lo pendiente a veces hay algo que da miedo, un final, un compromiso, una irrevocabilidad, tú lo dices: un pacto con uno mismo, una prórroga.
Lo que me da placer sin ninguna duda es tener poemas pendientes; "en proceso" dice la carpeta donde los guardo.
De alguna manera la vida, al menos para mí, es llegar a una buena relación con lo pendiente.
Un abrazo, Enrique, te leeré con ganas a la vuelta. Disfruta mucho!
Es verdad que sin cosas pendientes por hacer la vida es un mano sobre mano y para estar asi mejor un "pum!"
ResponderEliminarDisfrute de sus vacaciones!
Pero esto ya es una despedida de verano!!! y mañana, q?? q es 31 aun?? pero bueno, la única q va a quedar aqui en agosto soy yo!! y luego cuando llegue a mediados de septiembre tendré todas las entradas anteriores pendientes!! pues voy a empezar muy bien la vuelta al cole...todo pendiente. Un beso grande. Cuti
ResponderEliminarPor veces yo me tengo pendiente! Es una manera de se abandonar también, como un poema. Tengo las cosas de-pendientes, y así sigo. Dejate pendiente en las vacaciones!
ResponderEliminarUn beso.
La vida es un cúmulo de asuntos pendientes, ¿no?
ResponderEliminarY el verano... un kit-kat.
¡A disfrutarlo!
buena reflexión...y encima, me das argumentos, como decir que lo pendiente es lo que nos mantiene vivos, nos da impulso para saltar a lo siguiente con entusiasmo...dímelo a mi, que llevo toda la vida pendiente, y por ahí iban tambien mis excusas, sí...
ResponderEliminarbuenas vacaciones!!
Poco que añadir, compa Enrique, a lo que tú tan bien has expresado, y que, además, tan bien complementado (revitaminado y remineralizado, como en los dibujos del Super-ratón...) resulta con todos los comentarios posteriores (habitualmente, de un muy buen nivel, pero, en este caso, superiores aún...). Nada, que me ha gustado mucho, y que, en buena medida, me he sentido bastante identificado con tu percepción del asunto. Y que te deseo un muy feliz y fructífero descanso veraniego (en mi caso, supongo que aún seguiré trasteando un poquito durante el mes de agosto...).
ResponderEliminarUn abrazo.