Bienvenido, Javier.
Todo esto consiste en lo que tú quieras que consista.
Detente junto al mar, mira al cielo, deja que el sol acaricie tu mundo.
Corre. Juega. Huele. Camina.
Contempla, escucha.
Piensa y habla.
Extrañísimo todo,
recuerda que consiste en lo que tú desees que consista.
Bienvenido, Javier.
Nota: Un par de horas después de que terminara la entrada última antes de las vacaciones, el 31 de Julio, nacía Javier, un nuevo sobrino, hijo de Aguedita y Javier. Las palabras anteriores son las notas, a vuelapluma, que tomaba este verano para completar un poema con el mismo título.
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Bienvenido Javier.
ResponderEliminarBienvenido Enrique, te he echado de menos, mucho. El Jueves, no me preguntes porque, o bueno s� preg�ntamelo, me acorde de ti.
Un beso, Miriam G.
Bienvenida, Miriam :))
ResponderEliminarTambién te he echado de menos (y la semana pasada vi una gitanilla muy guapetona ;). Así que ahí va: ¿por qué te acordaste de mi el jueve?. Ayyys, qué intrigasss.
Un beso fuerte, Miriam.
Que alegria leerte de nuevo, y que foto mas graciosa, es genial, ademas si la amplias te dan ganas de correr por todo el verde. Preciosa, gracias. Besos a los tres, Ros.
ResponderEliminarUn beso también para ti, Ros. La foto me encanta, iré poniendo más de las vacaciones.
ResponderEliminarQue bonita ventana y que bonitas vistas desde la ventana. Es lo mas apropiado para darle la bienvenida a Javier . Se me olvidaba algo mas materialista. ! Las tostadas que nos hemos tomado delante de esa ventana!, guardo muy buenos recuerdos. Un beso. Mam
ResponderEliminarSiempre por el rock'n'roll Enrique ;-) Te he escrito un correíllo...
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
Enhorabuena y bienvenido, Enrique, qué bien, cuántas buenas noticias!
ResponderEliminarEnhorabuenitas...
ResponderEliminarDile que nunca se meta a estudiar nada que tenga como asignatura "Producción cinematográfica". Esto es la muerte. Es como si un grupo de jíbaros me estuvieran cociendo el cerebro.
feliz vuelta de las vacaciones, enhorabuena por el sobrino y que buen nombre que le han puesto. Un abrazo
ResponderEliminarHola Mus, bienvenido tambien al mundanal ruido. Desde esa ventana oteabas un paisaje apacible y unos amigos equinos que ahora echarás de menos. Pero tu mundo, como el del pequeño Javier,consiste en lo que tu quieras que consista. Es mucho más fácil para tí porque él lo va a tener más complicado. Pero esperemos que sea respetuoso con la vida para que la vida le respete, a su vez, y le ofrezca maravillosas vivencias.
ResponderEliminarBienvenido, Quique, y gracias por estar de nuevo con nosotros. Gued
Bienvenidos a los dos!
ResponderEliminarBesos, se te echaba de menos.
Ana
Las tostadas, Mam, son muy espirituales también, sobre todo si son de pan de pueblo, ummm. Un beso.
ResponderEliminarFíjate, Miriam, que pensaba que te habías acordado de mí por haberte comido un buen bocata y resulta que es rockandroll. Je, me alegro mucho de ese recuerdo, sobre todo si nos une, de nuevo, al enorme Lapido. Un beso.
Querida Pussy, la he echado de menos y me da alegría, mucha, verla de nuevo. Un beso.
Jjejej, M, ya tengo las primeras risas de la temporada. No te preocupes, le daré tu consejo, también que le eche un vistazo a esos relámpagos que estás publicando en tu blog. Un abrazo.
Ayyyss, Funes, qué alegría verte; sí tiene un buen nombre, me acuerdo de otro Javier, pequeño y muy bicho. A ver si se repite. Un abrazo fuerte.
Gracias, Gued, se lo comentaré a Mus, que sigue a lo suyo, vigilando, a ver quién es el intruso. Un beso y gracias por el comentario.
Ana, también te he echado de menos; enseguida me pongo al día. Un beso.
Hasta que no he leído la nota creí que Javier era un perro. Bienvenido y enhorabuena por ese sobrino.
ResponderEliminar¡Se te echaba de menos! Welcome back, y saludos mancunianos!!
ResponderEliminarFelciidades por el nuevo sobrino.
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