Ya conté por aquí que me había enganchado al blog, apasionante, del arquitecto Andrés Martínez. Este post suyo, que reproduzco hoy, me tiene pensativo hace ya algunas semanas.
Habla en él de la calle perfecta; para mí, esta calle perfecta, como el paisaje perfecto, la canción perfecta, la paella perfecta, el poema perfecto y, por qué no, el polvo perfecto, es algo que siempre conjugo en futuro, dando una oportunidad a lo que vendrá.
Por eso me ha gustado tanto que Andrés, con Leon Battista Alberti (apasionante figura que no conocía), digan exactamente cómo es la calle perfecta. Copio directamente su post:
"L.B. Alberti explicaba que la calle perfecta debía ser curva, con algo de pendiente, flanqueada de edificios de dos o tres plantas, iguales pero diversos (diversidad en el detalle, armonía en el conjunto).
Hasta que no se ve... no se cree."
He mirado fijamente la foto mucho tiempo; he vuelto a ella varias veces, vuelvo a mirarla y, por un instante, comprendo de qué me están hablando Andrés y Alberti. Hablan de magia.
Hace un año: Otros dos poemas de Extraño abordaje (IV)
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Me alegra que la calle perfecta pertenezca a ..... ¿Manzanares el Real? En fín, a uno de los miles de pueblos/ciudades pequeñas de "este nuestro país".
ResponderEliminarEsa no sería nunca mi calle perfecta. Odio esas aceras estrechas. Me recuerdan a la forma de pensar de mucha gente, de esas ciudades y de otras más grandes. Y cuando pasa un autobús al lado, ¡se me ponen los pelos de punta!
Estoy triste, no he sido capaz de encontrar esa magia de la que hablas...:(
Que de cosas. Ahora iré fijándome en las calles, en su armonía, en su conjunto, aunque te aseguro que la calle donde trabajo no es desde luego la perfecta, vamos, ni se acerca. Un beso. Cuti
ResponderEliminarGracias, Marsu. Creo que la calle es del extranjero; en todo caso, espero que Andrés lo aclare. Entiendo lo que dices, pero ten un poco de paciencia y fíjate la armonía que desprende. No es fácil, pero ya verás por qué es perfecta. Un beso y gracias, Marsu :))
ResponderEliminarGracias, Cuti; lo malo de Granada es la propia Granada, su urbanismo atroz que cada día que paso lejos entiendo menos. Y eso que podía ser la mejor ciudad del mundo. Un beso.
Pues coincido con Marsu; no sólo no le encuentro la magia a la calle sino que me parece fea. Y apuesto a que es en España; en los pueblos valencianos hay cientos de calles de ese tipo, de aceras estrechas y regustillo a moral estrecha. Con la definición de L.B. Alberti, sin faltar a un sólo detalle, te puedo poner de ejemplo mil calles que cumplen esa ética y además rebosan estética, como ocurre en Venecia, sin ir más lejos. Lástima que en estos comentarios no puedan incluirse fotos. Pero bueno, basta con meter "calle de Venecia" en el buscador de imágenes de Google. Un beso. M.
ResponderEliminarEsta mañana intenté dejar un comentario, y claro como blogger me odia me dijo que nanai. Pues bien en ese comentario decía que esa calle me recordaba a un pueblo de cuyo nombre no quiero acordarme y coño era Manzanares donde nuestro coche tuvo a bien dejarnos tirados este verano.
ResponderEliminarNo puedo estar en este caso más de acuerdo com Las otras dos M.
Un beso, Miriam G.
Hola, aclaro:
ResponderEliminaresta calle es la "Ancienne Rue de Carcassonne", en un pueblo / puerto del Canal du Midi que se llama Homps, Languedoc-Roussillon, Francia.
Me pareció que tenía una extraña coincidencia en sus porporciones/trazado con las teorías de Alberti que años atrás había estudiado.
En cuanto a sus elementos de, digamos, diseño de suelo (aceras, etc.) es evidente que es (muy) mejorable.
Enrique, gracias por los elogios, insisto en que son excesivos; saludos a todos. ;-) Am
Andrés, mil gracias por la aclaración; en mi ignorancia siempre había pensado que la zona del Languedoc, sólo por su fonética,tenía que parecerse a un cuento de hadas, con pueblecitos de calendario. También gracias por tu aclaración profesional sobre la correspondencia entre el lugar y la teoría. Supongo que esto es como cualquier arte: si dominas los aspectos teóricos y técnicos sabes apreciar mucho mejor una obra, del tipo que sea.
ResponderEliminarUn beso. M.
Yo creo que la calle perfecta se encuentra en todas las calles del mundo... En ésta también, por supuesto.
ResponderEliminarM., no creo que se trata de teoría y práctica. La arquitectura, como todas las artes, imagino, es un juego, una ficción de abstraciones y realidades. Por eso me gusta y creo que hay magia en la foto: no sólo por lo que es, sino por todo lo que puede representar. Un beso.
ResponderEliminarQué gracia, Miriam. Si no hubiera sabido, que lo sabía, que la calle estaba en Francia, hubiera dicho como tú, que la calle era de un pueblo Manchego. Hay muchas por allí así. Es un paisaje urbano que conozco y que adoro por muchas razones. Un beso.
Gracias a ti, Andrés, por tan soberbio blog, marca de tu casa y por tu aclaración. Los elogios, te lo aseguro, son merecidísimos, y tendremos la ocasión de disfrutarte por aquí, con tus ríos, tus afinidades y todo lo que has contando de los artesanos. Un abrazo y gracias, Andrés.
Tienes razón, Aura; lo decía, mal, arriba; una calle que es todas las calles, como una abstración, verdad? Eso es lo perfecto. Un beso, Aura.
Es cierto, hablan de magia, como muchas pequeñas y recónditas calles en Roma.
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