lunes, enero 28, 2008

Dos poemas de Carlos Pardo



Y todo tiene un aire presexual.
El mar apesta a olas
hormonadas, y para despistar

los albañiles
cortaban en la calle las baldosas.

Era la primavera, y sigue
una enumeración.

- - -

En sus trayectos de un destino a otro,
transnacionales, los aviones.

La indiferencia es mutua.

Regreso. No a un hogar.
Y ella aún no ha llegado
para hacérmelo evidente.

Adoquines. Atávica
la hierba. Vaho de ropa.

Cuando me desperté
ella miraba por la ventana.
¿Qué tal día hace?
Hace un día tal cual.

Carlos Pardo (Madrid. 1975) ha publicado El invernadero (Hiperión. 1995), Desvelo sin paisaje (2002) y Echado a perder (Visor. 2007), al que pertenecen estos dos poemas. Este último libro supone un paso más en la construcción de una poesía original y distinta por su intermitencia, por su forma de mirar. Me gusta esa visión que tiene Pardo de la poesía, con la que juega y a la que estira al máximo, buscando sus límites. La introducción de ciertas gotas de humor, la visión intermitente y sesgada, la propia concepción del poema, hacen que estos poemas sean imprescindibles para saber qué se está haciendo por aquí en poesía.


Hace un año y dos días: La derecha, las bodas y La razón + El topless de Jennifer Aniston + Devocionario Sonia Ferrer + Kristin Hersh

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7 comentarios:

  1. Anónimo9:03 a. m.

    Me han gustado mucho, Enrique. No sé, pero últimamente lo que leo de poesía no tengo muy claro si es poesía o páginas del diario del que escribe. Tengo la sensación de que más bien son pensamientos en prosa tal cual salen, sin ni siquiera intentar buscar otra forma de nombrar la realidad.

    Besos
    Raquel

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  2. Gracias, Raquel. Entiendo lo que dices, pero depende mucho del poeta. Los más jóvenes, hoy, se caracterizan por ser muy heterogéneos y desde luego están haciendo un esfuerzo por lo que tú dices: nombrar de otra forma la realidad. De qué está hecha esa realidad es justo el centro de todo. En el caso de Carlos Pardo, el interés está en la forma de mirar y de enfrentarse al poema, de jugar con él, y de introducir un elemento humorístico, que es el gran ausente en la poesía española (salvo excepciones, claro). Merece la pena leerlo y profundizar en él, Raquel. Buscaré otros textos de jóvenes a ver qué te van pareciendo. Un beso :))

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  3. Anónimo12:18 p. m.

    Es casi como escribir lo que piensas; poner lo que se te viene a la cabeza, pero dándolo forma, sabiéndolo hacer, claro. Un beso

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  4. "¿Qué tal día hace?
    Hace un día tal cual".

    Pienso que esa es una bella forma de nombrar de otra forma la realidad!

    Un beso!

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  5. Gracias Enrique, yo creo que es todo lo que puedo decir...siempre traes cosas cojonudas al blog (eso es bueno y malo porque no dejas de alimentar mi hiperactividad jajaja). Me apunto a Carlos Pardo porque mañana practicaré el autoregalo.
    El enlace de Bill Jacobson...me ha recordado que el sábado estuve viendo la exposición de Don McCullin en el Canal de Isabel II...qué maravilla..no sé si la has visto..terminó ayer. Un abrazo

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  6. Anónimo4:51 p. m.

    No me gusta nada, lo siento pero es HORRIBLE

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