miércoles, abril 09, 2008
Aparte, de Antonio Moreno
Aparte
La verdad siempre duele. No la pidas.
Qué pretendes saber, adónde quieres
llegar con esa antorcha que se extingue
helándose en la noche. Porque el mundo
es ausencia de luz, eso es el mundo,
oscuridad, tiniebla, oscuridad
en donde luz y amor son quienes pierden.
Trabaja y envejece con tus ocios,
con esos espejismos de tu vida,
y no quieras saber, no busques nada.
Quien comparte tu vida vive solo,
aquel que dices conocer es otro,
tú mismo eres otro para el otro.
Sufre este llanto de abrazarte a ti
ahogándote en la noche entre tus brazos.
Antonio Moreno (Alicante.1964) ha publicado, entre otros, Libro del yermo (1996), Visión del humo (1998), Metafísicas (2001) y Polvareda (Pre-textos 2003), de donde extraigo este soberbio poema que siento muy cercano y que llevo tiempo queriendo traer aquí.
Hace un año: Dos poemas de Extraño abordaje (X)
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Cuánta dureza. Es magnífico, recrea un estado que se repite muchas veces a lo largo de la vida, ese estoicismo amargo que le invade a uno cuando se recluye en el sótano del alma.
ResponderEliminarUn beso. M.
La fotografía que has puesto, muy acorde con el poema y con el día que hace aqui hoy. Demasiado duro, aunque real a veces (quizá demasiadas veces). Un beso. Cuti
ResponderEliminarAunque me gusta lo que dice, no es la forma demasiado obvia?
ResponderEliminarPues yo estoy con Dr. Zito... Excepto que no me gusta lo que dice.
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
elogio de la distancia...
ResponderEliminargran poema
Miriam, sabía yo que no te iba a gustar, haces bien. Un beso. Cuti
ResponderEliminarYo no sé si lo que dice es obvio o no, pero a mí me llega y me parece de lo más descarnado. Eso sí, me gusta mucho, gracias Enrique.
ResponderEliminarEl poema habla de esa soledad y de esa oscuridad no como si se tratara de un estado temporal, sino como si fuera algo habitual, cotidiano, y constante. No puedo estar de acuerdo. La ausencia de luz no es el mundo; todas las mañanas amanece, sobre todo para quien sabe cómo mirar.
ResponderEliminarMuy duro este poema, bonito sí, pero no estoy de acuerdo con lo que expresa. Un beso.Mam.
ResponderEliminarEl poema me gusta mucho aunque espero que no quiera expresar ninguna verdad absoluta acerca del mundo... supongo que más bien un estado de ánimo, porque si no vamos arreglados. No sé si es por causalidad pero se me ha venido a la mente "crematorio" de Chirbes, que me lo acabo de terminar. Muy bueno, pero se ve que por el levante español no son tiempos para la lírica... un abrazo
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminara mí me gusta lo que dice, pero me inquieta.
Offtopic: Enrique, gracias por tus aportaciones en mi página, como no te prodigas mucho son siempre una (agradable) sorpresa. Sobre cuánta intimidad personal dejar entrever en un blog, ja, amigo ése es el tema, el difícil (casi) imposible objetivo de cada uno de nosotros. En mi caso más difícil aún, al tener el blog incrustado a una página profesional (decisión ésta polémica, pero que a mí me trae más cosas buenas que malas). Un abrazo fuerte, ;)))
"La verdad siempre duele. No la pidas." (Cierta y conforme en la primera, en desacuerdo y argumentando con la segunda; ¿sabe usted por qué? La verdad hay que pedirla para vivirla...libera!!!)
ResponderEliminarVuelvo, a su casita vuelvo y antes que "El Almendro", o... ¿ya es Navidad? :)
Quizá los dos versos finales se excedan en la dosis de patetismo, pero sin duda es un excelente poema. Besos. Gun.
ResponderEliminarElegir la soledad, o aceptar que es tal lo que simplemente nos corresponde, es lucidez y heroísmo. Pero cabe objetar: menos lobos, menos llantos, menos lástima metafísica: los elefantes solitarios emprenden solos el camino de su fin, y a nadie importunan con su tristeza. Esta clase de poema, a menudo, sólo es impostación y exhibicionismo. Gustavo.
ResponderEliminarPolvareda....genial
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