De las cosas que he visto últimamente, éste es el vídeo que prefiero. He encontrado la secuencia completa y, casi seguro, ya lo habrán visto en la tele. Por si las moscas, o para los que no ven la tele, lo pongo hoy aquí.
La historia es tremenda y hermosa, casi mágica. Un leopardo (creo que se trata de una leoparda, según he podido leer en algún lado) ataca y da muerte a un babuino. Al poco se da cuenta de que esa babuina va con su cría, a la que acoge, protege y mima.
Esa dualidad natural de, casi a un tiempo, matar y proteger me deja perplejo, y, claro, fascinado. Que lo disfruten.
Hace un año: Dos escenas de Simple men, de Hal Hartley
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Sí, pero creo que al final la cría se muere de frío.... ¿no? O de hambre, igual, porque yo creo que estaba en endad de mamar. A mí me sorprendió y me emocionó la historia pero al final el regustillo que me quedó era de tristeza. Besos, Enrique. Por cierto, ¿me madnaste aquello? Es que no lo hye recibido y no sé si preocuparme... (para los que lo lean: era un libro, que es ha quedado muy misterioso...)
ResponderEliminarEs duro y tierno a la vez. No lo había visto en la Tele. Prefiero no saber el final,pero creo que sobrevivirá. La verdad es extraño como mata a la madre y como cuida de la cría.Un beso.Mam
ResponderEliminarYa lo conocía, lo vi en la tele y varias veces por internet... Es tremendo. Yo prefiero pensar, aunque imposible, que sobrevive tomando leche de leoparda, que es muy alimenticia y algunas bayas silvestres. Después le saldrán motas y bigotes, etcétera.
ResponderEliminarCurioso. Esa leoparda, en el fondo, es una manzana azul. Cuando lame al monillo resulta entrañable. Peligrosa, pero entrañable.
ResponderEliminarQue no, que esto no puede terminar mal! Un beso. Cuti
ResponderEliminarSea cual sea el final, no deja de ser realmente sorprendente. Es tan curioso el mundo “emocional” de los animales.
ResponderEliminarEntrando en tu post de hace un año y viendo las reseñas de Hal Hartley me ha invadido la nostalgia y en breve me pongo a ver de nuevo esas películas.
Conozcan a Pedro Paso
ResponderEliminar¿Solidaridad materna? Creo que las cosas van por ahí. La leoparda mata para comer, no por placer como hacen algunos hombres. Y ese instinto de supervivencia es compatible con el ejercicio del instinto maternal, quizá ambos forman parte de la misma rueda. Emociona, sobre todo cuando encontramos en los animales conductas que, a veces, nos faltan a los humanos. Saludos cordiales.
ResponderEliminarsí, es hermoso! lo había visto ya hace unos meses.
ResponderEliminarEl misterio de la vida...