martes, mayo 27, 2008

Tarkovksy


Al ver esta fotografía se me han venido de golpe mil recuerdos, mil sensaciones. Pertenece a una de las películas más maravillosas jamás filmadas: Sacrificio (Offret), de Andrei Tarkovsky. Pongo la escena final, donde suena una de las música más hermosas jamás escritas: La pasión según San Mateo, de Johann Sebastian Bach. Otro día hablaré de ambos. Hoy basta con las imágenes, que no estropearé.



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10 comentarios:

  1. Anónimo8:39 a. m.

    Cuando me recomendaste esta película, hace ocho años, descubrí a Tarkovsky y descubrí a Ortiz. Fue un buen hallazgo :)
    Un beso. M.

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  2. Anónimo8:58 a. m.

    Pero, si pones la escena final, no se estropea la película? preguntaré en mi video club. La fotografía preciosa. Un beso. Cuti

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  3. Anónimo9:06 a. m.

    Me has dejado sin palabras. Que manera tan relajante de empezar parte del día. Un beso.Mam

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  4. Anónimo9:19 a. m.

    ¡Qué belleza!

    Un beso

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  5. Gracias, M. Es importante esta peli para mí, muy importante. Hace mucho tiempo que no la veo; a lo mejor me pongo a ella de nuevo. Un beso :)

    Cuti, da igual el final o el principio, esta peli tiene un argumento sencillo, que se puede contar. No hay sopresas, giros, trucos de última hora. Así que nada de spoilers, puedes verla tranquila. Un beso, Cuti :))

    Mam. pues fíjate que no he puesto ni traducido lo del Eclesiastés, que es esto:

    “Todo tiene su momento, y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de edificar; tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de lamentarse y tiempo de danzar; tiempo de esparcir las piedras y tiempo de amontonarlas; tiempo de abrazarse y tiempo de separarse; tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de tirar; tiempo de rasgar y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz”.

    Olvido, muchas gracias :) Sabía que te iba a gustar y no sé si me acuerdo que tú alguna vez pusiste alguna foto de Tarkovsky o hablaste de él. Un beso :))

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  6. Anónimo9:53 a. m.

    Aparte de la belleza inmarcesible (ya tenía ganas de usar esta palabra alguna vez) de las imágenes, la frase: "todo regalo representa un sacrificio ¿qué clase de regalo sería si no?" me impactó y se me ha quedado grabada (con lo dificil que es eso con mi memoria de pez amnésico). Es una película PERFECTA.

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  7. compré una caja que me costó un ojo de la cara, pero me merece la pena pues la tengo como una joya; casi mejor que el resto, que ya pone el listón alto, Solaris, Stalker... y al ladito de algunas de Sokurov, que es otro tipo acostumbrado a rozar lo sublime...

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  8. Mv, gracias, qué alegría verte por aquí. Dejé de usar inmarcesible desde aquello de Fellini, en su Amarcord, cuando el niño está deletreando griego, creo, y al final de esa palabra (creo que era esa) escupe. Sí, lo del sacrificio, lo del regalo, qué maravilla de Tarkovsky. Un beso :))

    Jose m, gracias. Hay cosas que hay que comprar, cuesten lo que cuesten (bueno, he exagerado), pero las pelis de Tarkovsky merecen un hueco en la estantería, un tenerlas a mano para cuando hagan falta, que suele ser muy a menudo. Y ahora que lo dices, no he visto a Sokurov, con lo que paso a buscarlo. Un abrazo fuerte :))

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  9. Jejeje, gracias Marsu :)) Me ha encantado ese comentario. Un beso :)

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