lunes, mayo 25, 2009
Un poema de Han Shan, con nota de Lola Diez Pastor y una reflexión ligera
Ante la montaña, solo, tomo asiento.
Ilumina el cielo la luna redonda:
revela sombras de todas las figuras
una esfera que no posee luz propia.
En la amplitud, el espíritu se aclara;
abarca el vacío, y el misterio hiende:
la luna que vemos porque nos la indican,
esa luna es la bisagra de la mente.
Nota de la traductora (Lola Diez Pastor): "Este verso es paráfrasis del comienzo de una famosa metáfora chan que dice que, cuando alguien nos señala la luna para que la miremos, el objetivo de nuestra visión es la luna y no el dedo que la indica; se usa para significar que las escrituras budistas señalan el camino hacia la iluminación, pero no son en sí mismas el objetivo. La misma relación que hay entre el dedo y la luna, o entre las escrituras y la iluminación, Han Shan la establece entre la luna y la mente."
El poema lo extraigo de El Maestro del Monte Frio, de Han Shan, publicado por Hiperión en 2008.
Y yo me pregunto por el poema, si su papel no será justamente ése, el del dedo que señala una luna. Si se conviene que el poema es artificio, no puede aspirar a ser la luna (¿podría?), pero tampoco ser una mano impertinente que tapa las lunas. A lo mejor eso, sí, el poema como dedo que señala y muestra y debe permanecer invisible.
Hace un año y dos días: Eva Mendes y otro discazo de The felice brothers
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Yo creo que el poema cumple, técnicamente, la misma función que las escrituras budistas (el dedo que señala la luna, el camino hacia el conocimiento), pero también es, al tiempo, el objetivo en cuanto a obra artística se refiere. El poeta utiliza el texto como conducto mente-luna (mente-conocimiento) y al hacerlo, al desarrollarlo y reflexionar, lo convierte a su vez en conocimiento neto. Supongo que esta circunstancia es la que define el arte, ser a la vez camino y conocimiento.
ResponderEliminar(Vamos, lo veía clarísimo hasta que he releído lo que he escrito; mira que me gusta meterme en estos jardines sin salida).
Un beso. M.
Para mí el poema es la bisagra. Una bisagra que te permite abrir la puerta cuando estás rodeada de papeles en la oficina. Gracias, Enrique.
ResponderEliminarMis disculpas si resulto un poco "cursi" :-D.
Besos,
Raquel
Pues mi cabeza hoy no da para tanto, y eso que es lunes, en fin, esto es lo que hay. Un beso. Cuti
ResponderEliminarMi cabeza lleva tanto tiempo sin dar para tanto.... pero me ha encantado la foto. Menudo pedazo de foto.
ResponderEliminar¡Qué bueno! Hoy mismo pido el libro... Gracias, Enrique.
ResponderEliminarLa bisagra es el "descubrimiento" de la luna. Hasta el momento que el dedo nos la indica no la habiamos visto nunca antes.
ResponderEliminarUn poema puede ser dedo y puede ser luna. Usted es para mí, dedo de este poema, que no lo conocia. Saludos
La luna sólo se puede apreciar a contraluz. Nos ilumina, porque ella a la vez recibe la luz del sol.Lo que no vemos es donde se oculta el sol. Luz-oscuridad, muerte(luna)-vida (sol) son dos dualidades que necesitan una de la otra y que se complementan. Yin y Yang. Esa es la esencia del poema.
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