miércoles, octubre 07, 2009

Sexo y pipas

Dom Taylor, vía 40 fakes

Ayer por la tarde, recibí un correo de mi queridísimo Gun, que me iluminó la tarde y me hizo pasar un buen rato

La noticia es ésta (enlace): Una pareja utiliza como preservativo una bolsa de pipas (normal, más o menos, dependiendo de si la bolsa estuviera llena o vacía) y tienen que ingresar a la chica en el servicio de urgencia de un hospital vasco para extraerle la bolsa (normal, tanto si la bolsa estaba llena como vacía).

Y he añadido, entre paréntesis, normal porque, de hecho, un relato genial de Palahniuk nos cuenta la extraña relación entre un chico, una piscina y una depuradora. Además, en el arranque de una de mis novelas favoritas de él, Asfixia, nos habla de esas leyendas de objetos que aparecen, misteriosamente, insertados en el servicio de urgencias y de las excusas que ponen los pacientes.

Si uno lo piensa, la situación no tiene nada de extraño, no señor. Las urgencias juveniles dan para mucho y si uno se para a recordar no es que se recuerde en proezas semejantes (qué más quisiera uno), pero no es difícil acordarse de muchas leyendas colegiales de recreo. En Granada, recuerdo una familia de seis hermanas (guapísimas todas), y de lo que hablábamos a todas horas: que la pequeña había tenido un ligero percance hospitalario a raíz de una botella de coca-cola. El tema dio para muchas horas de recreo, pero me temo que aquello no fue verdad, sólo el invento -que queríamos real- de alguien, seguramente uno de nosotros.

Bueno, a lo que iba, que la noticia tiene comentarios de los lectores, y aquí hay mucha ocurrencia, mucho ingenio y hasta un lúcido publicista al que le encantan los eslógan. Les dejo algunos:

- Si la cosa falló, propongo que al niño le llamen Facundo

- Me parece que no se enteraron bien de qué significa "pasarlo pipa", cuando lo dije, no me refería a eso, animalitos

- Yo soy más de bolsa de cheetos sabor a queso, eso sí tamaño familiar ¿¿eehh??, lo único que luego ando con la pilila anaranjada y oliendo a quesazo durante un par de semanas

- janette, quedamos este finde?. Yo llevo el tubo de pringles...

- Esta pareja probablemente eran ultracatolicos : "el Papa nunca dijo que usar una bolsa de pipas fuese pecado"

- PIPEX: fuertes sensaciones

- Pipas facundo, un placer de este Mundo



Hace un año: Un poema de Miguel Ángel Bernat


Technorati tags:

Blogalaxia tags:

7 comentarios:

  1. Todo por pereza, seguro, por no ir a la farmacia a comprar un preservativo normal, cosas de la juventud.

    Parece mentira que todavía pasen cosas así...

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Júlia, ¿pero no me negarás que son ocurrentes? Imaginadlos tan tiernos, comiendo sus pipas, viendo el atardecer desde cualquier banco de un parque. Un saludo y mil gracias :)

    ResponderEliminar
  3. A mi lo que me deja alucinada es la imaginación de usar una bolsa de pipas jaja, yo también me preguntaba si lo de la botella sería una leyenda de médicos. De todos modos no sólo los jovenes acuden a las urgencias con percances por lo que me comentaban una vez :p

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo9:47 a. m.

    Que me he reído, gracias por este ratico, viva la juventud!!! Un beso. Cuti

    ResponderEliminar
  5. Anónimo8:33 p. m.

    Me ha recordado a mis veranos en Palencia, pero porque comiamos pipas facundo, no por otra cosa; el lema era muy gracioso:" Y el toro dijo al morir: no quiero dejar este mundo sin probar pipas Facundo".

    ResponderEliminar
  6. Pues con la sal de las pipas les escoceria , no?
    madre mia si valen centimos.....

    ResponderEliminar