Como en un poema de Cernuda o Ashbery, Cesc Gay entrega un (radiante) cortometraje con aquéllo de lo que también habló Luis Muñoz: planos sobre planos sobre planos.
Cesc Gay es hoy uno de esos directores que se están convirtiendo en imprescindibles a base de frescura, inteligencia y una mirada cálida y muy personal.
Que lo disfruten para el finde. Besos y abrazos.
Todo un guiño a la metaficción grandilocuente, muy hábil.
ResponderEliminarUn beso.
Es buenííísimo. Yo he visto En la ciudad y Ficción y las dos me encantaron. Sí, un director imprescindible.
ResponderEliminarUn abrazo.
No está nada mal.
ResponderEliminarQue gracia, si..está bien. Un beso. Cuti
ResponderEliminarUn ejercicio muy vacilón, vaya que sí, compa Enrique. Gay es uno de los directores más interesantes del cine español, y que, posiblemente, no goza del reconocimiento del que disfrutan otros debido al corte intimista de sus propuestas, que no están enfocadas hacia el gran público. Pero de talento y buen hacer anda sobradísimo, desde luego que sí...
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana