jueves, junio 01, 2006

Tiene mi misma edad, de Juan Antonio González Iglesias

TIENE MI MISMA EDAD

Es un profesional especialmente
perfeccionista.
Va más despacio, pero el resltado
es
irreprochable: una
hilera de aligustre perfilada al milímetro,
rosales limpios,
alcorques recortados en círculos perfectos
como a compás.

EL PAIS SEMANAL
Tiene mi misma edad. Es minusválido
psíquico. Ha conseguido
uno de los mejores trabajos de este mundo.
Es jardinero. Cuida
césped, setos de varias
urbanizaciones en
la periferia de Madrid. Se encarga
de regar los fragmentos
del paraíso próximos a casa.
Cuida cipreses rotos. Un poeta
de veinte años diría
que es el auriga del amanecer.
Hablaría de caballos,
del devenir silente de las cosas.
El desprecio del oro
podría ser emblema
de este hombre libre que no necesita
emblemas.
Trata directamente con la tierra.
Dialoga con el sol de tú a tú.
Virgilio en la Geórgica segunda
lo llama afortunado.
Yo aquí canto
que desconoce la mordedura
de la envidia. Que está
lejos de los jerárquicos, ajeno
a la soberbia de los sabios,
como quiso Francisco
de Asís. Que su paciente
azada es medicina contra la melancolía.

En la entrevista balbucea respuestas
tímidas. Del trabajo, lo que menos
le gusta: Madrugar.
¿Lo que más? Conducir la podadora
sobre la hierba
.
( Juan Antonio González Iglesias. Un ángulo me basta. Visor. 2002)

4 comentarios:

  1. Qué bonitooooooooooo

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  2. A mí encanta, me parece un poema magnífico; González Iglesias ha escrito muchos poemas en relación a cosas que ha leído en prensa, a anuncios de la televisión e incluso al nadador aquél: Martín López Zubero. Poco a poco iré poniendo más cosas de él.

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  3. Anónimo12:59 p. m.

    Hermoso poema con aroma a sencillez aparente, a césped recién cortado. Un gusto leerlo en tu espacio que recorro....


    Saludos...

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  4. Anónimo1:49 p. m.

    Soberbios los tres, me suscribo a todo lo que escriba Juan Antonio González hasta el final de mis días, y agradezco sinceramente, querido Quique, que alguien como tú exista en el planeta, robándose tiempo a su tiempo, y restando versos a tu poesía para mostrarnos la de otros.

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