Lo extraño de la ausencia es que es, sobre todo, presencia y pule estos días, los afila.
Por mucho que uno piense, por mucho que se detenga, por mucho que uno mire, no se llega a comprender.
Lo extrañísimo de la vida, las extrañas piezas que forman nuestra historia.
Las anotaciones del tiempo, sus erratas y los trazos perfectos de lo que sucedió.
En definitiva, la vida y la muerte.
Que son lo mismo.
Exactamente lo mismo.
¡Que foto más bonita! Y sí son lo mismo, lástima que para darnos cuenta necesitemos mirarlas de cerca.
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
Gracias a las dos, por vuestros comentarios y un beso fuerte :-))
ResponderEliminarEs la primera vez que escribo, pero te aseguro que estoy deseando todos los dias que llegue el momento de poder leer tu blog, me tranquiliza tanto, me desehogo tanto, gracias. Os quiero a todos. Un beso Ros.
ResponderEliminarIba a decir lo mismo que Miriam G., qué maravilla de foto. Me encantan las fotos antiguas, cuando las miro el tiempo se detiene.
ResponderEliminarUn abrazo.
gracias, Ros y Pussy, por vuestros comentarios y un beso fuerte.
ResponderEliminarQue foto mas bonita Quique y que guapos estais los tres.Yo,plagiando el titulo de una novela de Mercedes Salisachs,definiría estos días como el volumen de la ausencia.Un beso.
ResponderEliminarLos leo ahora todos, Enrique, de seguido, y es una sensación de emoción pero también de tranquilidad, serenidad.
ResponderEliminarEso dice mucho y bueno de ti. Un abrazo muy fuerte.
Que parecen lo mismo, Enrique, que a veces parecen lo mismo. Permíteme que te haga esta pequeña correción. Entiendes que en ella no hay maldad, sino todo lo contrario, ¿verdad? De nuevo, un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel Angel y Francisco, por vuestros comentarios. No, Francisco, cómo voy a entender que haya maldad. Un fuerte abrazo a los dos.
ResponderEliminarCuánta razón, enrique. Un beso y gracias.
ResponderEliminargracias, wendy y otro beso para ti.
ResponderEliminar