El 30 de diciembre de 2003, tras haber visitado a su hija Quintana, que estaba en coma en un hospital de Nueva York, John Gregory Dunne fallece en su casa mientras tomaba un whisky y su mujer, la también novelista Joan Didion, preparaba la cena.
Joan Didion comienza a escribir El año del pensamiento mágico (Global Rythm.2006) el 4 de octubre de 2004, nueve meses y cinco días después de la muerte de su marido y mientras su hija va de un hospital a otro, falleciendo finalmente el 26 de agosto de 2005. El libro se publica antes de esa segunda muerte, sin que Joan Didion se refiera a ésta en el libro.
El libro se abre con una certeza terrible, que fue lo primero que pudo escribir Didion después de la muerte de su marido, nueve meses después:
La vida cambia rápido.
La vida cambia en un instante.
Te sientas a cenar, y la vida que conoces se acaba.
Con la doble vertiente de esa muerte y de la enfermedad de Quintana, su hija, Didion va recorriendo, a través de saltos adelante y atrás, lo que fueron casi cuarenta años de matrimonio y los días y meses que siguieron a la muerte del marido, acompañados de un presente en el que asistimos a decisiones terribles sobre la autopsia, el funeral, el ordenar, tirar o regalar la ropa de Dunne y un deambular continuo por los hospitales está ingresada su hija.
Diario, crónica, a lo que asistimos es a una reflexión dolorosa sobre la muerte, sobre la ausencia, sobre el sinsentido de lo que termina de pronto, sin aviso, dejando una estela absurda algo más adelante.A mí lo que ha interesado ha sido el rastro de esa vida en común durante casi cuarenta años de matrimonio. Didion escribe que el matrimonio es tiempo, memoria; llega un día en el que somos a través de nuestra pareja porque el tiempo junto a ella ha sido mayor que cualquier otro tiempo de nuestra historia. Esto me interesa.
"El matrimonio no es sólo tiempo; paradójicamente, es también la abolición del tiempo", escribe Joan Didion. Esto es importante. Cuando una mujer pregunta a su marido si la querrá cuando sea viejecita asistimos a un imposible; el marido, que ha asistido hora a hora a ese proceso de envejecimiento, nunca verá a su mujer como una viejecita; siempre será ese ahora eterno que tanto canta Van Morrison; los hijos siempre serán hijos para los padres, aunque crezcan y sean adultos; siempre serán niños, de una u otra forma.
Es de esa eternidad, de ese ahora eterno, de esa memoria, desde los que escribe Joan Didion, con dolor y con una verdad honda, muy honda.
No hay que perderse este libro. Tampoco la reseña, soberbia, del blog La tormenta en un vaso (enlace)
Technorati Tags:Joan Didion
Blogalaxia Tags:joan didion
Bonita reflexion sobre un libro triste, pero real, asi es la vida, un cambio rapido de todo, en segundos, en algunos casos, y en otros, esos cambios se producen dia a dia, sin darnos cuenta, hasta que de pronto, una mañana entras al cuarto de tu hijo a llamarlo y lo observas atentamente pensando, por Dios, este es mi hijo, como se ha puesto tan grande. Todo lo que hoy gira a nuestro alrededor, mañana ya no esta. Un beso enorme a los tres. Ros (sigo con el teclado roto y sin poder poner acentos).
ResponderEliminarYo que sé lo que es que la vida te cambie en un segundo, no lo leeré Enrique.
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
Gracias, Ros, por tus reflexiones a pesar del teclado ése que no cambias ni a tiros. Un beso.
ResponderEliminarMiriam, es un gran libro; no hay que perdérselo. Eso sí, no es obligatorio :)). Un beso, Miriam.
Ell año del pensamiento mágico... sólo por ese nombre.
ResponderEliminarGracias, Aura, a mí también me encanta ese título, es una maravilla. Un beso.
ResponderEliminarBuena crónica sobre un libro que se adivina soberbio. Pero estoy con Miriam, no sé si me apetece del todo....
ResponderEliminaruff, una lectura dicharachera, por lo que veo. no sé si tengo las energías ahora mismo, quizá mejor lo dejo para el invierno.
ResponderEliminarAmigo Enrique, no dilapidemos el fiero optimismo de septiembre. Quizás lo leeré...más adelante.
ResponderEliminarUn abrazo de nuevo por estos mundos de blog.
Pues yo creo que lo voy a leer.Me encuentro en un buen momento, quizás porque voy a ser abuela.Un beso.C
ResponderEliminarSe que lo leeré cuando me encuentre mas fuerte y me produzca menos dolor del que tengo actualmente.Tengo mi propia experiencia muy reciente. Un abrazo Mam.
ResponderEliminarEn un instante, cuan cierto...LA VIDA CAMBIA EN UN INSTANTE..
ResponderEliminar(Escalofrío, pero pensando en lo que significa para mí esa frase, muy cálido y risueño)
Besos.
Si os interesó El año del pensamiento mágico,os recomiendo una de las primeras novelas de la autora, Una liturgia común, que acaba de aparecer en la editorial Global Rhythm Press. Es magnífica, con ese estilo suyo tan contenido y escueto, como un escalpelo. Sin florituras ni aproximaciones.Sólo lo fundamental.Que lo disfrutéis.
ResponderEliminarEnrique, a mí también me encantó este libro cuando lo leí el año pasado. Y me ha sorprendido muy gratamente encontrármelo aquí.
ResponderEliminar