Resaca Hank over (I): Dos poemas de Eva Vaz

Voy a ir poniendo por aquí algún texto del libro Resaca Hank over, un homenaje a Charles Bukowski, coordinado por Patxi Irurzun y Vicente Muñoz Álvarez y en el que participan, entre otros, Ana Pérez Cañamares, Vicente Luis Mora, David González, Ángel Pestime, Eloy Fernández Porta, Manuel Vilas (por cierto, su España, recién adquirido, lo comienzo hoy, ele, ele, ele) y un larguísimo etcétera que intentaré abarcar. Un libro muy necesario, editado por Caballo de Troya, al frente del que está, claro, Constantino Bértolo.

Para comenzar, pongo dos poemas de Eva Vaz, una poeta muy brillante, que me ha encantado y que he leído por primera vez en este libro.

Gatillazos

Yo sé que tú sabes
que yo sé
que se me han deshohado
mil veranos,
y yo sé que tú sabes
que yo sé
aún.

Estábamos borrachos,
húmedos como esponjas borrachas,
ansiosos de llevar a la práctica
esas supuestas proezas sexuales
que por arte del dios Baco
desprejuiciamos y recreamos
sin el pudor.

En aquel bar nos
follábamos con la
imaginación,
y en mi casa,
solos y desnudos de todo,
a ti te desobedeció el
sexo.

Yo sé que tu sabes
que yo sé
que aún conservas
las bragas blancas
que te llevaste puestas
por equivocación.

Yo sé que tú sabes
que yo sé
que hoy no me olvido de aquella
noche terrible para tu
virilidad.

Yo sé que tú sabes
que yo sé
que siempre que me ves
se te hace un nudo en la vergüenza
que ruborizará tu memoria
eternamente.

Enseñanza superior

He necesitado cumplir los 25.
He necesitado licenciarme
en Filosofía,
y perseguir un doctorado,
y despellejar mi paciencia
en unas oposiciones,
para descubrir
que lo más apreciable,
mi mejor joya:

mi COÑO.

Ahora me faltan años
para retroceder en el tiempo
y ejercitar otras virtudes
y conquistar el mundo
en un abrir y cerrar
de piernas.



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