lunes, julio 14, 2008
Un poema de Juan Carlos Reche
Cuando la física admita su ternura,
cada pueblo se haga cargo de su nube
y la verdad acepte su vergüenza,
en la palabra monstruo morirá
el tumor que la forma
y volverá a nacer,
desafinado, un son.
Si uno se marcha de uno,
soledad de dos.
Cepo olvidado en el cuartillo.
Nada soñándose copo soñándose frío.
Juan Carlos Reche (Córdoba.1976) ha publicado El dolor y la velocidad (Renacimiento.1999) y Carrera del fruto (Pre-textos.2008), al que pertenece el poema que subo.
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Pelín abstrusos los versos de mi paisano Reche, ¿no, compa Enrique? ¿O es que la mañana de lunes no me está sentando demasiado bien...? En fin... Me quedo con la foto de los buzones; muy, muy sugerente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buena semana.
Gracias, Manuel. Reche es un poeta soberbio; tal vez, el poema, sin el libro completo, no llegue a transmitir, en seco, de la forma en la que lo hace dentro del libro y ahí entono mi mea culpa. Sin embargo, sí, compa Manuel, es una poesía que hay que leer de forma diferente, en el sentido de buscar una especie de caricia en la sugerencia, en ese ritmo genial que tiene el poema. Poesía de instantes, absolutamente fugaz, como el pensamiento, como una intuición que se nos escapa enseguida. Ahí hay que buscarla, querido compa. Un abrazo muy muy fuerte :))
ResponderEliminarEs harto oscuro el poema, pero despues de leerlo y releerlo en un abstruso lunes lluvioso centroeuropeo me parece menos oscuro, y que va muy bien con el día. Me gusta mucho el juego de palabras con "monstruo", "tumor" y "son".
ResponderEliminarUn abrazo
Hermoso poema, Enrique. Parece que ahora lo que está de moda y lo que gusta es la prosa en verso, así que gracias.
ResponderEliminarRaquel