Ya, ya lo sé; un libro -a medio camino entre el ensayo histórico, el documental y la novela- de más de 400 páginas sobre el golpe de Estado del 23 de Febrero de 1981 no es algo que uno diga, venga, a por él (como haría, por ejemplo, con una biografía ilustrada de la Beyoncé) y, claro, como en tantas ocasiones, uno mete la pata si no se acerca a un libro como éste.
Anatomía de un instante (Mondadori.2009), de Javier Cercas (Ibahernando, Cáceres.1962), es uno de los mejores libros que uno puede leer si nos atenemos al rótulo de novedades y es, desde luego, el mejor de su autor.
Se trata de un recorrido -emocionante y detallista, muy inteligente- por el antes, el durante y el después del 23-F, un viaje alrededor de unos personajes -Suárez, el Rey, Armada, Carrillo, Tejero...- que tejieron y destejieron el destino de este país durante lo que se ha denominado como Transición y que termina con el fallido golpe de estado y con la victoria de Felipe González en 1982.
Cercas, y creo que es su principal mérito, ha escrito un libro que se lee del tirón, que, desde la primera línea, te deja boquiabierto y te empuja a continuar por los ecos de una historia cuyo final uno ya sabe (eso, es gran literatura). Cercas hace un análisis riguroso y repleto de estudios, datos, bibliografía, pero Cercas, ante todo, es un escritor enorme y es su prosa, su forma de contar, sus idas y venidas, lo que hace que éste sea un libro absolutamente logrado. Los mismos datos, la misma bibliografía, idénticos estudios, en otras manos, hubieran acabado entregando un coñazo de padre y muy señor mío.
Mi madre me decía el otro día que ella, de lo que de verdad se acordaba, era de lo guapos que eran los políticos de aquella época. Si uno lee el retrato, genial, que se hace a lo largo de estas páginas de Adolfo Suárez, comprende el porqué de aquellos trajes oscuros, las camisas claras, las corbatas oscuras (como Dios manda), y se entiende, más, esta época de trajes de colores imposibles (entre marrones, grises y azulados), y corbatas estridentes.
Dos asuntos, en el final del libro, me han entusiasmado: uno, el lazo, hermosísimo, que traza Cercas entre la historia del libro, aquellos años, y su padre, la relación con él, su muerte, esa certeza que atraviesa al autor cuando, después de preguntar al padre por qué votaba a Suárez, le contesta: "Porque era como nosotros".
Por otra parte, me ha interesado, cuando Cercas, al final, al acercarse a la época actual, en un país como el nuestro en el que se ha asentado una democracia que peligró, hablando del descontento con el que convivimos, trae a Odo Marquard, y cita:
"Cuando los progresos culturales son realmente un éxito y eliminan el mal, raramente despiertan entusiasmo. Más bien se dan por supuestos, y la atención se centra en los males que continúan existiendo. Así actúa la ley de la importancia creciente de las sobras: cuanta más negatividad desaparece de la realidad, más irrita la negatividad que queda, justamente porque disminuye".
Un lujazo. No se lo pierdan.
Les dejo unos enlaces a unas reseñas:
Reseña en Kozmic Books (enlace)
Reseña en Geografía subjetiva (enlace)
Entrevista con Javier Cercas en El País (enlace)
Hace un año y un día: Al otro lado de las fiestas
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Tengo pendiente este libro, todo lo que he leído sobre él son alabanzas pero no había leído una reseña donde se explicara tan bien el porqué. Yo recuerdo difusamente aquella época porque no tenia edad para interesarme por la política pero si tengo como la sensación que Suarez aglutinó a mucha gente porque en mi casa las "discusiones" que recuerdo sobre política de los mayores fueron con felipe gonzalez ya de presidente. Por cierto que no veo nunca Cuentame porque me agobio siento que pierdo el tiempo y tiene partes que me aburren pero la verdad las pocas veces que lo veo me encanta porque cuenta muy bien el trasfondo político y social de la época, el otro día lo vi y ya estan en la época de las primeras elecciones.
ResponderEliminarMuchos besos!
Ya me dirás si será de mi gusto o no. Yo viví muy de cerca toda la transición pero creo que tengo una idea equivocada de los hechos. Un beso. Mam.
ResponderEliminara favor de Cercas, claro que sí
ResponderEliminarintersantísimo este libro. leí "soldados de salamina" buscando entre las frases las bambalinas de la novela y la crónica. esta vez, Cercas lo deja bien claro desde el principio: no escribe novela porque no puede.
ResponderEliminarasí y todo, esta obra es ensayo, crónica y novela fundido en un conjunto de hojas que te mantienen en vilo a base de figuras y simetrías hasta terminar de forma emotiva (sobre-emotiva diría algún crítico fracasado) con el recuerdo a su padre.
impresionante Cercas...
Habrá que leer esta obra maestra de la literatura. Espero que nos desvele de una vez por todas quién fue la mente fascista, el auténtico cerebro, de esa monumental farsa (sólo comparable con las mentiras de Aznar y Bush sobre las armas de destrucción masiva).
ResponderEliminarSuárez era un falangista, ahora nos da pena porque está muy enfermo, pero era de los de saludo pretoriano mirando al sol de levante.
Lo leeremos ...