viernes, febrero 27, 2009
Darren Hayman & The secondary modern: Pram town
Recién editado por Acuarela, Pram town ha sido mi disco de la semana, el que ha rodado una y otra vez en las idas y venidas laborales.
Vayamos por partes: Darren Hayman formó parte y fue líder visible de aquel grupo, absolutamente imprescindible, que se llamó Hefner (aquí me he ocupado un par de ocasiones de él: enlace + enlace)
Luego trabajó en solitario y bajo una formación que se llamó The French. Este Pram town es su segundo trabajo con The secondary modern, un lujazo de banda, junto con miembros de Ellis Island sound.
El disco nos devuelve al mundo de Hayman, donde hay una buena dosis de cruda realidad, retratos brillantes sobre personas y lugares, una mirada feroz a lo que le rodea, no exenta de cierta dulzura y mucha piedad.
Musicalmente, el disco es una joya. Darren Hayman tiene un talento natural para descubrir y recrear melodías y aquí hay un sinfín de ellas. Con una orquestación que a mí me ha recordado el primer disco de David Bowie, el de 1967 (me quiero ocupar de él la semana que viene), parece que hubieran desterrado a Hayman y a su orquestina a un hotel muy viejo, en algún lugar de la costa inglesa, en pleno invierno, donde cenan -un puré de guisantes- a las seis un grupo de jubilados que levantan de vez en cuando la cabeza y, afuera, un viento helado recorre un paseo marítimo vacío, donde se alternan farolas rococó rotas y de luz mortecina.
Pueden leer más en la página de Hefnet (enlace), en Hipersónica (enlace) y en Jenesaispop (enlace). Les dejo el vídeo del tema Pram town, tres canciones en mp3 que extraigo de la página web de Hefner, y les subo el tema que más me ha gustado: Out of my league.
Losing my glue
Amy and Rachel
Big fish
Y no mucho más, niños y niñas. Un poco de lluvia va a romper la rutina de sol que tenemos encima. Febrero, casi siempre, es un regalo anticipado, una promesa, y este año no ha sido menos. Queda invierno, claro. Por mi parte, agradecerles, como siempre, su tiempo y su paciencia. Les mando besos y abrazos.
Hace un año y un día: A propósito del debate de anoche, un vídeo de Faemino y Cansado
Hace un año: Dos poemas de Miguel Ángel Bernat
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miércoles, febrero 25, 2009
La concejala antropófaga, nuevo corto de Almodóvar
Hace un año: Páginas Amarillas (VI): Invisible, lector y marino
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lunes, febrero 23, 2009
Los poemas que me hicieron ( I ): un poema de José María Parreño
Con esta serie pretendo traer aquí unos cuantos poemas que me formaron, que arrojaron algo de luz sobre lo que para mí es la poesía o, al menos, los poemas que prefiero.
José María Parreño (Madrid. 1956) es un poeta que ya he traído por aquí en muchas ocasiones (enlace + enlace )
El poema pertenece a su libro Las reglas del fuego, que se publicó en 1987 y que yo tengo en una edición de 1990, que se llama Fe de erratas, de la editorial Puerta del mar, de Málaga, incluyendo sus dos primeros libros: Instrucciones para blindar un corazón y Libro de las sombras.
Este poema es prodigioso, consigue arrastrarte, casi sin aliento, por un trozo de biografía del poeta: lo que fueron sus años jóvenes, que se cuentan con una transparencia casi atroz, con la distancia debida, con un ligero toque de humor y sarcasmo, y mucho de realidad y, además, empalman, en ese fluir contínuo, de forma mágica, con el presente desde el que se escribe.
A mí me gusta la construcción, ese torrente que parece no tener fin y la forma en la que el poema va avanzando y enlaza sucesos, el sitio donde se coloca el poeta para contar -en un lugar indeterminado- y muchas formas de decir absolutamente coloquiales, que dan al poema un brillo muy especial. Aquí lo dejo.
íbamos pink floyd ciento cuarenta
camino del verano,
dentro del cuerpo todo
lo que uno piensa,
si es que sigue pensando,
que puede resistir
sin que estalle la nuca
y pierda el mundo
su escasa consistencia.
personalmente iba también ciento y bastantes
latidos por minuto,
cada vez más lejos del edén,
en digna caída libre
hacia mi queli,
como nos dijo él
y hacia el futuro,
lugar que a estas alturas
uno conoce más o menos por postales
y más valdría quedarnos donde estamos.
tenía los labios
secos de fumar
y en la cabeza como la explosión
de los archivos de una filmoteca,
es decir, nada de ver la calle arturo soria,
sino viejas
ciudades de europa en parterres
de hierro, automóviles
de motor venenoso, chóferes giacometti.
y en una de esas supe que después
de todo
y de tanto,
y de pasar muchas noches en vela
buscando una palabra,
y de padecer de arritmia, de almorranas y de psicoanalista,
y de haber visto la muerte, tronco,
como a ti, paseando por un bosque
en el verano del setenta y seis,
y después de la cábala, el zen y stanislavski
y de haber gritado
con todos en las plazas,
y de haber sentido cómo te sube,
cómo te enciende,
cómo te aprieta,
cómo te asombra, cómo te arquea
y cómo te borra
todo eso que uno toma,
o mejor, que se mete,
y después de haber hecho el amor
sobre tres continentes, dos islas y una estatua,
en fin, no ha habido cuelgue
éxtasis o amor que ablandara ese largo
hueso transparente
y raro de roer
que es esta vida.
es decir,
he dado muchas vueltas
y las cosas siguen como estaban.
y lo de ahora mismo, por ejemplo,
no es siquiera
que haya conseguido que la tristeza se haga el harakiri:
es un dolor de vientre más personal
a la altura o abismo de las circunstancias.
así que,
entre tú y yo,
tengo que decirte
que a veces me asusta este camino
cada semana menos transitado
y transitable
de buscarlo todo en todas las direcciones
para encontrarme a mí.
y me asusta
todavía más pensar que a lo mejor
ni siquiera es camino,
sino una vida entera
de martillarse el dedo
en vez del clavo,
con la cabeza alta y el gesto
del que sabe.
pero si resultara
que este siroco lleva a alguna parte
créeme que las dudas
y lo arriba descrito puntualmente
y la felicidad sin padre conocido que a veces me protege
no son más que el principio.
Hace un año y dos días: Una canción: Envejece, de Refree
Hace un año y un día: Un anuncio, un tema y un discazo: Greenpeace, Kanye West & Daft Punk, The felice brothers
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José María Parreño (Madrid. 1956) es un poeta que ya he traído por aquí en muchas ocasiones (enlace + enlace )
El poema pertenece a su libro Las reglas del fuego, que se publicó en 1987 y que yo tengo en una edición de 1990, que se llama Fe de erratas, de la editorial Puerta del mar, de Málaga, incluyendo sus dos primeros libros: Instrucciones para blindar un corazón y Libro de las sombras.
Este poema es prodigioso, consigue arrastrarte, casi sin aliento, por un trozo de biografía del poeta: lo que fueron sus años jóvenes, que se cuentan con una transparencia casi atroz, con la distancia debida, con un ligero toque de humor y sarcasmo, y mucho de realidad y, además, empalman, en ese fluir contínuo, de forma mágica, con el presente desde el que se escribe.
A mí me gusta la construcción, ese torrente que parece no tener fin y la forma en la que el poema va avanzando y enlaza sucesos, el sitio donde se coloca el poeta para contar -en un lugar indeterminado- y muchas formas de decir absolutamente coloquiales, que dan al poema un brillo muy especial. Aquí lo dejo.
íbamos pink floyd ciento cuarenta
camino del verano,
dentro del cuerpo todo
lo que uno piensa,
si es que sigue pensando,
que puede resistir
sin que estalle la nuca
y pierda el mundo
su escasa consistencia.
personalmente iba también ciento y bastantes
latidos por minuto,
cada vez más lejos del edén,
en digna caída libre
hacia mi queli,
como nos dijo él
y hacia el futuro,
lugar que a estas alturas
uno conoce más o menos por postales
y más valdría quedarnos donde estamos.
tenía los labios
secos de fumar
y en la cabeza como la explosión
de los archivos de una filmoteca,
es decir, nada de ver la calle arturo soria,
sino viejas
ciudades de europa en parterres
de hierro, automóviles
de motor venenoso, chóferes giacometti.
y en una de esas supe que después
de todo
y de tanto,
y de pasar muchas noches en vela
buscando una palabra,
y de padecer de arritmia, de almorranas y de psicoanalista,
y de haber visto la muerte, tronco,
como a ti, paseando por un bosque
en el verano del setenta y seis,
y después de la cábala, el zen y stanislavski
y de haber gritado
con todos en las plazas,
y de haber sentido cómo te sube,
cómo te enciende,
cómo te aprieta,
cómo te asombra, cómo te arquea
y cómo te borra
todo eso que uno toma,
o mejor, que se mete,
y después de haber hecho el amor
sobre tres continentes, dos islas y una estatua,
en fin, no ha habido cuelgue
éxtasis o amor que ablandara ese largo
hueso transparente
y raro de roer
que es esta vida.
es decir,
he dado muchas vueltas
y las cosas siguen como estaban.
y lo de ahora mismo, por ejemplo,
no es siquiera
que haya conseguido que la tristeza se haga el harakiri:
es un dolor de vientre más personal
a la altura o abismo de las circunstancias.
así que,
entre tú y yo,
tengo que decirte
que a veces me asusta este camino
cada semana menos transitado
y transitable
de buscarlo todo en todas las direcciones
para encontrarme a mí.
y me asusta
todavía más pensar que a lo mejor
ni siquiera es camino,
sino una vida entera
de martillarse el dedo
en vez del clavo,
con la cabeza alta y el gesto
del que sabe.
pero si resultara
que este siroco lleva a alguna parte
créeme que las dudas
y lo arriba descrito puntualmente
y la felicidad sin padre conocido que a veces me protege
no son más que el principio.
Hace un año y dos días: Una canción: Envejece, de Refree
Hace un año y un día: Un anuncio, un tema y un discazo: Greenpeace, Kanye West & Daft Punk, The felice brothers
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viernes, febrero 20, 2009
Un poco de publicidad estática + Todas las cosas, de Elle Belga
Raquel (mil gracias) me manda un montón de anuncios estáticos, geniales. A estas alturas, sé, desgraciadamente, que aunque viviera doscientos mil millones de años jamás sería capaz de alumbrar obras como éstas: inteligentes, divertidas, mirando de lado, como a mí me gusta. Pasen y vean.
:
Como no podía ser de otra forma, a través de Jesús Llorente descubro a Elle Belga y su tema Todas las cosas. En marzo verá la luz 1971, en Acuarela, su primer disco (no, no son primerizos: detrás hay grupos, imprescindibles, como Manta Ray y Viva las vegas).
El tema es un lujazo: mezcla -genial- de vintage y absolutamente moderno (como quería Rimbaud), tiene una forma de llegar espléndida: suave, meciéndote, llevándote de la mano a un lugar extraño -ayyy, esa trompeta-.
Precisamente, la alegría de la semana me la ha dado el mismo Llorente: ha abierto un nuevo blog, Ensayando una mueca, donde va a ir subiendo los inéditos de su nuevo libro de poemas, con ese título: Ensayando una mueca. Ya está Autorretrato, que comienza así: Es el miedo hacia ti mismo lo que te empuja hacia otros cuerpos. Pasen y lean. Por mi parte, lo traeré por aquí.
Y a todo esto, aquí está la canción: Todas las cosas
Y no mucho más, queridos niños y niñas. He tenido una semana de esas, sí, de las que terminan moliéndote a palos, de las que llegas al viernes con los huesos molidos y la cabeza como un charco de ranas. Pero, bueno, todo termina. El finde seguirá con un tiempo genial. Por mi parte, en un rato, me voy aquí, a dar un paseo, dormir, buscar un bar donde pongan un buen bocadillo de chorizo, comprar el periódico y a terminar el soberbio libro de Eloy Fernández Porta: Homo sampler, que me tiene con la boca abierta desde hace un par de semanas (y ya es hora de cerrarla). Así que un millón de gracias por su tiempo y su generosidad. Abrazos y besos o besos y abrazos, que, si uno lo piensa, no es lo mismo; es diferente cadencia :)
Hace un año y un día: Fotografía: parejas
Hace un año: Luis García Montero vía Mara Torres
Technorati tags: elle belga
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:
Como no podía ser de otra forma, a través de Jesús Llorente descubro a Elle Belga y su tema Todas las cosas. En marzo verá la luz 1971, en Acuarela, su primer disco (no, no son primerizos: detrás hay grupos, imprescindibles, como Manta Ray y Viva las vegas).
El tema es un lujazo: mezcla -genial- de vintage y absolutamente moderno (como quería Rimbaud), tiene una forma de llegar espléndida: suave, meciéndote, llevándote de la mano a un lugar extraño -ayyy, esa trompeta-.
Precisamente, la alegría de la semana me la ha dado el mismo Llorente: ha abierto un nuevo blog, Ensayando una mueca, donde va a ir subiendo los inéditos de su nuevo libro de poemas, con ese título: Ensayando una mueca. Ya está Autorretrato, que comienza así: Es el miedo hacia ti mismo lo que te empuja hacia otros cuerpos. Pasen y lean. Por mi parte, lo traeré por aquí.
Y a todo esto, aquí está la canción: Todas las cosas
Y no mucho más, queridos niños y niñas. He tenido una semana de esas, sí, de las que terminan moliéndote a palos, de las que llegas al viernes con los huesos molidos y la cabeza como un charco de ranas. Pero, bueno, todo termina. El finde seguirá con un tiempo genial. Por mi parte, en un rato, me voy aquí, a dar un paseo, dormir, buscar un bar donde pongan un buen bocadillo de chorizo, comprar el periódico y a terminar el soberbio libro de Eloy Fernández Porta: Homo sampler, que me tiene con la boca abierta desde hace un par de semanas (y ya es hora de cerrarla). Así que un millón de gracias por su tiempo y su generosidad. Abrazos y besos o besos y abrazos, que, si uno lo piensa, no es lo mismo; es diferente cadencia :)
Hace un año y un día: Fotografía: parejas
Hace un año: Luis García Montero vía Mara Torres
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miércoles, febrero 18, 2009
The Ronettes: be my baby
El otro día murió Estelle Bennet, una de las cantantes de The Ronettes (enlace) y, claro, una de las intérpretes de lo que para muchos es la mejor canción de todos los tiempos, Be my baby, de 1963, compuesta en parte por Phil Spector y producida por él.
La canción remite a otro tiempo; da igual que uno la oiga ahora, dentro de veinte años. Siempre nos llevará a un tiempo de oro, donde fuimos mejores, más felices o, al menos, es el sucio borrón que sucia estela del tiempo nos deja en la memoria.
Sí, la canción nos habla desde más allá y nos dice que hubo un tiempo en que fuimos inmortales. A pesar de que sea mentira.
En Jenesaispop hicieron un recorrido el otro día sobre las versiones del tema: (enlace). Por mi parte, dejo la original -en vídeo fijo, por si borran el resto-, una versión con el baile y otra mezclada con el furioso Shout.
Hace un año: Páginas amarillas (V): Fotógrafo
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La canción remite a otro tiempo; da igual que uno la oiga ahora, dentro de veinte años. Siempre nos llevará a un tiempo de oro, donde fuimos mejores, más felices o, al menos, es el sucio borrón que sucia estela del tiempo nos deja en la memoria.
Sí, la canción nos habla desde más allá y nos dice que hubo un tiempo en que fuimos inmortales. A pesar de que sea mentira.
En Jenesaispop hicieron un recorrido el otro día sobre las versiones del tema: (enlace). Por mi parte, dejo la original -en vídeo fijo, por si borran el resto-, una versión con el baile y otra mezclada con el furioso Shout.
Hace un año: Páginas amarillas (V): Fotógrafo
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lunes, febrero 16, 2009
Casa de citas: Thoreau y tres versos de Juan Marqués
Y ahora les cuento cómo he llegado a esta cita, que me ha sobrecogido y a la que, seguramente, daré muchas vueltas.
El sábado, en el artículo de Félix Romeo para el ABC Cultural, leo unos versos de un poeta que no conozco, Juan Marqués, que me dejan hondamente emocionado, vibrando durante todo el resto de fin de semana, feliz:
Quiero una vida simple, junto a ti,
y después un abrigo.
Un agua que acaricie los gatos de tus pies.
El domingo por la mañana comienzo a buscar su nombre en internet y descubro su blog, Otra colección de faros, que leo con fruición. Juan Marqués ha publicado un libro de poemas, Un tiempo libre, en La Veleta, que se edita en Granada, donde nació el que escribe estas líneas. En El Cuaderno de Tigrida leo que es un libro con luz, y otro soberbio poema.
De su blog, y de su libro (que leeré en cuanto me lo traiga mi librero, al que he mandado un e-mail urgentísimo, un sms, y porque no sé donde vive, porque iría a pedírselo, seguro), daré cuenta por aquí, pero me he encontrado con una cita de Henry David Thoreau, que me tiene absolutamente enganchado, distraído, sobrecogido, feliz. Aquí la dejo.
Haz lo que nadie podría hacer por ti. No hagas nada más.
Henry David Thoreau. (Escribir. Pre-textos.2008)
Hace un año y dos días: Un poema de Javier Egea
Hace un año y un día: Del amor y los inodoros + Ajenjo y Cigarro + Mi vida sin mí y otras cosas del meter
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viernes, febrero 13, 2009
Nuevos grupos de chicas: Those dancing days y Vivian girls
Más o menos seguidor de aquel movimiento que se llamó Riot grrrl (chicas enojadas), que mezclaba feminismo, actitud punk y muy buena música -aquí pueden leer algo más-, me recuerdo oyendo a L7, Bikini Kill, Babes in Toyland, Throwing muses -grandísima Kristin Hersh- y, ya algo más tranquilas, las derivas de la últimas: The breeders -de las hermanas Deal (Kim venía de The Pixies) y Tanya Donnelly, que, luego, a su vez, formó Belly, que ni fú ni fá. También los primeros discos de Hole, de una siempre espléndida Courtney Love.
Por eso la edad me empuja, de vez en cuando, a escuchar a esas nuevas bandas de chicas que van surgiendo. Vía Una piel de astracán me he tropezado esta semana con dos: Those dancing days y Vivian girls.
Those dancing days son suecas y pura fiesta; ese comienzo de guitarras recuerda a Los Brincos y cuando entra el órgano, ummmm. Estribillo contagioso, saltarín, hay veces en las que uno no busca más que esto: baile en los oídos. Les dejo este Run run
Vivian girls son otra cosa; buscando el efecto de una grabación casera, como dicen en Hipersónica (enlace), parece que no supieran apenas tocar y, sin embargo, desprenden emoción, fuerza y mucho descaro, que es lo que necesitan estos grupos que acaban de comenzar. Me ha gustado mucho este tema, Tell the world, algo oscuro, sostenido y muy emocionante, manteniéndose en ese punto justo de ebullición donde se cocinan los mejores platos. Habrá que estar pendientes de ellas. El vídeo, además, no tiene desperdicio.
¿Y qué más les puedo contar? Pues poca cosa; dejo en el teclado una reflexión sobre Mercadona, sí. como lo oyen, pero ya caerá. El tiempo, (redoble, triple mortal) soleado y algo frío y olé. Esperaba uno esto, si señor. Así que a pasear, que se va a estar bien en eso que se ha puesto tan de moda decir en los telediarios: las horas centrales del día. Por mi parte, muchas gracias por su tiempo. Besos y abrazos.
Hace un año: Suma de variada intención (mi blog converso y Spain)
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Por eso la edad me empuja, de vez en cuando, a escuchar a esas nuevas bandas de chicas que van surgiendo. Vía Una piel de astracán me he tropezado esta semana con dos: Those dancing days y Vivian girls.
Those dancing days son suecas y pura fiesta; ese comienzo de guitarras recuerda a Los Brincos y cuando entra el órgano, ummmm. Estribillo contagioso, saltarín, hay veces en las que uno no busca más que esto: baile en los oídos. Les dejo este Run run
Vivian girls son otra cosa; buscando el efecto de una grabación casera, como dicen en Hipersónica (enlace), parece que no supieran apenas tocar y, sin embargo, desprenden emoción, fuerza y mucho descaro, que es lo que necesitan estos grupos que acaban de comenzar. Me ha gustado mucho este tema, Tell the world, algo oscuro, sostenido y muy emocionante, manteniéndose en ese punto justo de ebullición donde se cocinan los mejores platos. Habrá que estar pendientes de ellas. El vídeo, además, no tiene desperdicio.
¿Y qué más les puedo contar? Pues poca cosa; dejo en el teclado una reflexión sobre Mercadona, sí. como lo oyen, pero ya caerá. El tiempo, (redoble, triple mortal) soleado y algo frío y olé. Esperaba uno esto, si señor. Así que a pasear, que se va a estar bien en eso que se ha puesto tan de moda decir en los telediarios: las horas centrales del día. Por mi parte, muchas gracias por su tiempo. Besos y abrazos.
Hace un año: Suma de variada intención (mi blog converso y Spain)
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jueves, febrero 12, 2009
El día de San Valentín ( y III ): The day after Valentine's day, de Elliot Murphy
Siempre es un placer traer por aquí a Elliot Murphy, uno de esos incombustibles del rock, otro poeta eléctrico, como Lapido. Mayor placer es encontrar una canción de la que puede extraerse tanto como ésta; porque si uno lo piensa, ¿no es más sugerente el día después de San Valentín al de San Valentín? Les dejo la letra y el audio abajo.
The day after Valentine's day
There were paper roses all down the street
I crushed 'em under my feet as I walked on
To another life that maybe I wouldn't face alone
But now I'm on my own - so far gone
Its the day after Valentine's Day
There's nothing led that's gonna help me ease the pain
All my cards are gone but my broken head remains
Everything changed the day after Valentine's Day
She said if I stod kissing you I may never stop
But what we got didn't mean that much
Except this memory that keeps daunting me
And takes me back in time
Before you led me behind
When love was mine
But its the day after Valentine's Day
There's nothings left that's gonna help me ease the pain
All my cards are gone but my broken dead remains
Everything changed the day after Valentine's Day
But its the day after Valentine's Day
And nothings gonna help me now to ease the pain
All my cards are gone but my broken head remains
Everything changed the day after Valentine's Day
But its the day after Valentine's Day
Oh and there's nothings left to help me now and gonna ease the pain
Well all my cards they're gone but my broken head remains
Cause everything changed the day after Valentine's Day
Yeah everything changed the day after Valentine's Day
Everything changed the day after Valentine's Day
Hace un año y un día: Páginas amarillas (IV): Enferma, Enfermera y Envejecido
Hace un año: A propósito de Ratatouille, una cita de Peter Handke
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The day after Valentine's day
There were paper roses all down the street
I crushed 'em under my feet as I walked on
To another life that maybe I wouldn't face alone
But now I'm on my own - so far gone
Its the day after Valentine's Day
There's nothing led that's gonna help me ease the pain
All my cards are gone but my broken head remains
Everything changed the day after Valentine's Day
She said if I stod kissing you I may never stop
But what we got didn't mean that much
Except this memory that keeps daunting me
And takes me back in time
Before you led me behind
When love was mine
But its the day after Valentine's Day
There's nothings left that's gonna help me ease the pain
All my cards are gone but my broken dead remains
Everything changed the day after Valentine's Day
But its the day after Valentine's Day
And nothings gonna help me now to ease the pain
All my cards are gone but my broken head remains
Everything changed the day after Valentine's Day
But its the day after Valentine's Day
Oh and there's nothings left to help me now and gonna ease the pain
Well all my cards they're gone but my broken head remains
Cause everything changed the day after Valentine's Day
Yeah everything changed the day after Valentine's Day
Everything changed the day after Valentine's Day
Hace un año y un día: Páginas amarillas (IV): Enferma, Enfermera y Envejecido
Hace un año: A propósito de Ratatouille, una cita de Peter Handke
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martes, febrero 10, 2009
Especial día de San Valentín ( II ): Forges
lunes, febrero 09, 2009
Especial día de San Valentín ( I ): publicidad
Vaya por delante que uno no es de mucho celebrar días como éste, extraños, con olor a Paseo de la Castellana, café frío y hotel rural. Pero como uno ha aprendido que oponerse a días convencionales es tan convencional como celebrarlos, y como he visto dos o tres cosas por ahí que me han gustado, vamos allá con este especial.
Por mucho que me esfuerzo, no encuentro en mi torpe caudal biográfico nada extraordinario que contar sobre el día de San Valentín, nada. Si acaso, allá por nuestros diez u once o años, el miedo a ponerse algo rojo aquel fatídico día, cuestión ésta que no siempre estaba al alcance de uno ya que, claro, eran las madres las que ponían la ropa del día siguiente sobre una silla.
Sí, según la leyenda escolar de aquellos tiempos, casi terminando los setenta, el que se ponía algo rojo el día de San Valentín estaba enamorado y no había nada peor que para un niño de aquella edad, en un colegio de chicos, que estar enamorado. Si a uno se le descubría el más mínimo gesto al respecto enseguida un coro de no menos de 50 niños gritaba, aullaba: "¡está enamoraaaaaado, está enamoraaaaado!" Como por aquella edad el hecho de estar enamorado no traía todavía los pingües beneficios de un historietón que contar a base de muerdos, metidas de mano, intentos, etc., lo mejor era evitar el rojo delator aquel día.
Sí he visto en El barón rojo tres anuncitos que me han gustado, y mucho.
En el primero, un marido olvida el día de San Valentín, qué cosa, mira que hay que ser manta para olvidar una cosa así. En el segundo, alguien también se ha olvidado de alguien. Y en el tercero, lejos de olvidarse, se reciben una propuestas muy interesantes, sí señor. Además, nos recuerda y es una gráfica lección de aquéllo: the medium is the message. Y en esas andamos.
Hace un año y dos días: Sé lo que hicísteis, Sanchez Dragó, Cristina Tárrega y Foolish wives, de José María Álvarez.
Hace un año y un día: Un disco y una canción: Auditorium, de Radar Bros y Bright tomorrow, de Fuck buttons
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Por mucho que me esfuerzo, no encuentro en mi torpe caudal biográfico nada extraordinario que contar sobre el día de San Valentín, nada. Si acaso, allá por nuestros diez u once o años, el miedo a ponerse algo rojo aquel fatídico día, cuestión ésta que no siempre estaba al alcance de uno ya que, claro, eran las madres las que ponían la ropa del día siguiente sobre una silla.
Sí, según la leyenda escolar de aquellos tiempos, casi terminando los setenta, el que se ponía algo rojo el día de San Valentín estaba enamorado y no había nada peor que para un niño de aquella edad, en un colegio de chicos, que estar enamorado. Si a uno se le descubría el más mínimo gesto al respecto enseguida un coro de no menos de 50 niños gritaba, aullaba: "¡está enamoraaaaaado, está enamoraaaaado!" Como por aquella edad el hecho de estar enamorado no traía todavía los pingües beneficios de un historietón que contar a base de muerdos, metidas de mano, intentos, etc., lo mejor era evitar el rojo delator aquel día.
Sí he visto en El barón rojo tres anuncitos que me han gustado, y mucho.
En el primero, un marido olvida el día de San Valentín, qué cosa, mira que hay que ser manta para olvidar una cosa así. En el segundo, alguien también se ha olvidado de alguien. Y en el tercero, lejos de olvidarse, se reciben una propuestas muy interesantes, sí señor. Además, nos recuerda y es una gráfica lección de aquéllo: the medium is the message. Y en esas andamos.
Hace un año y dos días: Sé lo que hicísteis, Sanchez Dragó, Cristina Tárrega y Foolish wives, de José María Álvarez.
Hace un año y un día: Un disco y una canción: Auditorium, de Radar Bros y Bright tomorrow, de Fuck buttons
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viernes, febrero 06, 2009
Y no hay manera de ir donde no hay nadie (Claudio Rodríguez y Giant Sand, Howe Gelb y Shiver)
Y no hay manera de ir donde no hay nadie, escribía Claudio Rodríguez en el poema Nocturno de la casa ida, de su libro Casi una leyenda, de 1991, su último libro.
Desde hace varios años le doy vueltas a ese verso, un endecasílabo perfecto, como eran todos los de Claudio Rodríguez.
Pero hoy quiero ir donde no hay nadie, no sé, aunque no haya forma de ir. Dar la vuelta, cruzar, ir más allá, borrar las líneas, volar los mapas.
Quiero ir donde no haya nadie, donde no esté ni siquiera yo. Un lugar no de escapada, no, sino de vuelta, de regreso, donde el que vuelve, regresa desposeído, vaciado, acorde, en paz.
Ir más lejos, sí, donde no haya nadie.
Pedro Casariego Córdoba quería entrar en una agencia de viajes y pedir un billete al país de los héroes solitarios; Schubert vio una imagen en el hielo y tres soles en su Winterreise, su Viaje de invierno (una de las músicas más hermosas y tristes que se hayan escrito nunca -enlace-).
Un lugar donde no haya nadie, donde el paisaje, solo, acontezca a solas, sin tiempo, sin memoria, sin futuro.
No ser nadie hoy.
Y de poder elegir, ser hoy Howe Gelb en esta canción, Shiver, de su grupo Giant Sand.
Y vivir cerca del desierto, y bañarme en albercas, y tener perilla, y una bicicleta tuneada.
Y no mucho más, queridos niños y niñas. Volvemos a las alertas por nieve, así que ya veremos. Les debo unas fotos del pasado domingo, con Mus disfrutando de esa nieve que él piensa que han puesto ahí para jugar, para pegarle bocados, para embadunarse y dar saltos sobre ella. Me dejo también una reflexión inquietante. Según leo en El Mundo -enlace- hacerse pajas entre los 20 y los 30 aumenta el riesgo de cáncer de próstata (mal vamos), pero cascársela a partir de los 50 disminuye ese mismo riesgo. Mi pregunta -llevo ya muchas horas dedicadas al tema- es qué nos pasa a los de los 40 y, claro, en su virtud, qué hacemos, cómo actuamos. Por favor, a ver si algún científico caritativo nos puede aclarar el tema. Gracias por su tiempo y por su generosidad. Besos y abrazos a doquier.
Hace un año y un día: Fuera de juego, de Alberto Tesán
Hace un año: Winterlong, por Neil Young y por los Pixies
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Desde hace varios años le doy vueltas a ese verso, un endecasílabo perfecto, como eran todos los de Claudio Rodríguez.
Pero hoy quiero ir donde no hay nadie, no sé, aunque no haya forma de ir. Dar la vuelta, cruzar, ir más allá, borrar las líneas, volar los mapas.
Quiero ir donde no haya nadie, donde no esté ni siquiera yo. Un lugar no de escapada, no, sino de vuelta, de regreso, donde el que vuelve, regresa desposeído, vaciado, acorde, en paz.
Ir más lejos, sí, donde no haya nadie.
Pedro Casariego Córdoba quería entrar en una agencia de viajes y pedir un billete al país de los héroes solitarios; Schubert vio una imagen en el hielo y tres soles en su Winterreise, su Viaje de invierno (una de las músicas más hermosas y tristes que se hayan escrito nunca -enlace-).
Un lugar donde no haya nadie, donde el paisaje, solo, acontezca a solas, sin tiempo, sin memoria, sin futuro.
No ser nadie hoy.
Y de poder elegir, ser hoy Howe Gelb en esta canción, Shiver, de su grupo Giant Sand.
Y vivir cerca del desierto, y bañarme en albercas, y tener perilla, y una bicicleta tuneada.
Y no mucho más, queridos niños y niñas. Volvemos a las alertas por nieve, así que ya veremos. Les debo unas fotos del pasado domingo, con Mus disfrutando de esa nieve que él piensa que han puesto ahí para jugar, para pegarle bocados, para embadunarse y dar saltos sobre ella. Me dejo también una reflexión inquietante. Según leo en El Mundo -enlace- hacerse pajas entre los 20 y los 30 aumenta el riesgo de cáncer de próstata (mal vamos), pero cascársela a partir de los 50 disminuye ese mismo riesgo. Mi pregunta -llevo ya muchas horas dedicadas al tema- es qué nos pasa a los de los 40 y, claro, en su virtud, qué hacemos, cómo actuamos. Por favor, a ver si algún científico caritativo nos puede aclarar el tema. Gracias por su tiempo y por su generosidad. Besos y abrazos a doquier.
Hace un año y un día: Fuera de juego, de Alberto Tesán
Hace un año: Winterlong, por Neil Young y por los Pixies
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miércoles, febrero 04, 2009
Vaughan Williams: Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis
Hay pocas músicas más bellas que esta Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, de Ralph Vaughan Williams.
El sonido, a través de la orquesta, es mucho más que sólido, algo que parece que se te pudiera meter dentro, como un vaso de agua, como un trozo de pan con aceite, como una bocanada de aire.
Espeluznante, radicalmente hermoso, grave, solemne, apoteósico, absolutamente genial, es difícil no sentir esa plenitud, el estado de gracia de lo que es del instante, de la luz fugaz, de todo lo que es desoladamente irrepetible.
Compuesto en 1910, se utilizó en las películas Remando al viento y Masters and Commander.
Para el que quiera saber algo más de este compositor inglés (enlace) y para saber un poquito más sobre esta obra (enlace)
Dejo un vídeo con un extracto, y otro con una toma en directo de la obra completa.
Niños, niñas, preparen los pañuelos.
Hace un año: Las cosas que me digo: Saint Etienne, So though, Hobart paving
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El sonido, a través de la orquesta, es mucho más que sólido, algo que parece que se te pudiera meter dentro, como un vaso de agua, como un trozo de pan con aceite, como una bocanada de aire.
Espeluznante, radicalmente hermoso, grave, solemne, apoteósico, absolutamente genial, es difícil no sentir esa plenitud, el estado de gracia de lo que es del instante, de la luz fugaz, de todo lo que es desoladamente irrepetible.
Compuesto en 1910, se utilizó en las películas Remando al viento y Masters and Commander.
Para el que quiera saber algo más de este compositor inglés (enlace) y para saber un poquito más sobre esta obra (enlace)
Dejo un vídeo con un extracto, y otro con una toma en directo de la obra completa.
Niños, niñas, preparen los pañuelos.
Hace un año: Las cosas que me digo: Saint Etienne, So though, Hobart paving
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lunes, febrero 02, 2009
A6, un poema inédito
A-6
He visto
cómo cede la muerte ante el recuerdo
en un ramo de flores
atado al borde de la carretera,
el hito de la desventura,
la señal kilométrica
de algún amor, de su memoria.
He visto
la cresta de la luna reflejada
en el retrovisor
y he contemplado noches de verano
cuando esa luna era una hoguera,
el mar, la arena, un cubo de sangría,
la vida por delante, todo para más tarde.
He visto
el rastro mortecino del día laborable,
el ladrido del viernes,
la calma negociada de la tarde,
el destello de alguna madrugada.
He visto
un desayuno que mi madre
preparó en el sesenta y nueve,
a una muchacha conducir
mientras se maquillaba,
a un hombre adelantar llorando.
He visto
el rastro desgastado de la urgencia,
el cristal empañado del amor,
esa cifra imposible de un asiento vacío.
He oído
tu voz diciéndome al teléfono
“gira a la izquierda y sigue recto,
llámame cuando llegues,
yo te abro”.
Hace un año y dos días: Buenas noticias: El regreso de Tata Golosa: la pastilla (con una reflexión sobre la Viagra) + Publicidad.
Hace un año y un día: El blog de Anna
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