Quizá fue porque me pasé parte de mi infancia jugando en una piscina abandonada (para espanto de mi madre) que había al lado del apartamento de mis padres en la playa, pero el caso es que siempre me ha atraído ese fin de ciclo, la ruina, el abandono (volveré sobre esto).
Vía A desgana descubro esta serie fascinte de piscinas abandonadas, de Gigi Cifali, que las rotula con un sugerente Absence of water.
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6 comentarios:
Difícil encontrar, compa Enrique, paisajes más desoladores. Y más, ahora, en verano. Y más, hoy, lunes. Y más... lo vamos dejando.
Un fuerte abrazo.
La primera me encanta, la volvía a llenar ahora mismito.
Un beso, Miriam G.
Son piscinas desoladoras, quizás porque han tenido épocas de esplendor. Un beso.Mam.
Me recuerda a la misma piscina de la que hablas, aunque a mi si que no me dejaban jugar; también a la de Huétor, cuando la limpiábamos todos los veranos, estaba el agua helada todo el verano, meterse era un acto de valentía; las fotos, no se porque también me recuerdan a cuadros de Paco Pomet y mira que no tiene ninguno sobre el tema, creo. Un beso. Cuti
A mí también me ha encantado la primera. Pero las demás me recuerdan a esa peli en la que la tele se tragaba a una niña y de la piscina salían dcadáveres de indios o algo así...:(
yo siento una fobia hacia este tipo de piscinas que no es normal..incluso sueño cosas terrorificas como que me caigo en una de agua negra y mugrienta, o que mientras estoy dentro se empieza a vaciar rapidamente hasta que me chupa el desague...en fin..a lo mejor en otra vida anterior tuve un tragico final respecto a las piscinas, pero....mi familia ya empieza a preocuparse por mi obsesion con respecto a ellas.
saludos a todos.
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