miércoles, junio 16, 2010
Pues eso
Me he encontrado cómodo sin tener que actualizar este artefacto, sin pensar en qué traer aquí, sin buscar algún vídeo o acordarme de una canción que subir. Un final de mayo más movido de la cuenta, algo de dejadez y mucho darme cuenta de que esto no es lo que pretendía (pero tampoco pretendía nada). Qué extraño es a veces todo.
Pues eso, que no tenía ganas de volver a actualizar este maldito artefacto, pero me daba de miedo cortar uno de los pocos hilos que me unen a mí mismo, tal vez al que fui y, con toda seguridad, al que seré algún día. Inmerso en mil batallas laborales, con miedo por lo que está cayendo, voy con la lengua fuera y eso que he escrito por aquí mil veces de mi vida sin mí.
Pero, si a pesar de eso, cortara con este blog por falta de tiempo sé que abriría un nuevo abismo (y ya son demasiados) con lo que soy y me gusta: unos cuantos libros y unas cuantas canciones, reírme, echar un rato... Esto es lo que he traido siempre por aquí, pero también lo que me digo en voz alta para que no se me olvide, lo que anoto para más tarde, lo que subrayo para no olvidar.
La edad -el tiempo- es un catálogo de renuncias y una lista de proyectos para más tarde. El trabajo, la semana, el ir y venir, nos alejan de eso que, con un poco de suerte y tino, podríamos haber sido o llegar a ser. Hace falta tiempo -y tino- para no olvidarse, por si las moscas.
Por eso -me digo- a lo mejor he contraído esta enfermedad o esta manía de ir dejándome piedrecitas por aquí: para encontrar el camino o, al menos, saber que hubo un día en el que había camino.
Y en esas andamos.
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9 comentarios:
Escribe cuando te apetezca, pon lo que te plazca. Se que esto te gusta y se que yo ya hasta lo necesito. Un beso. Cuti
Creo que has escrito una de tus mejores entradas, sin pretenderlo. Y vuelvo a recordar el discurso de Marías al recibir el Rómulo Gallegos. Somos lo que somos, lo que quisimos ser, lo que pretendemos ser, y hasta lo que no somos. El positivo y el negativo de la foto. Y la verdad es que este blog es un ejemplo de ello, una "re-flexión", un espejo donde mirarte y permitir que los demás también miren, un juego de perspectivas como el de Las Meninas, donde los reyes son al tiempo modelos retratados y observadores de la escena. Un beso, M.
Yo solo puedo decir que muchísimas gracias por volver :-)), a mí me alegra el día leer este artefacto.
Besos
raquel
Pues te felicito por seguir siguiendo ese camino que te lleva hasta aquí y seguir actualizando este blog tan imprescindible para nosotros, tus lectores y también para tí. Un abrazo y... por muchos años.
Han sido tantas las veces, compa Enrique, que he podido sentir algo muy parecido a eso que tú expresas en esta reseña (eso sí, lo que no he podido nunca es formularlo con la brillantez con la que tú lo haces...), que no me ha costado ningún trabajo entenderte y comprenderte. Eso sí, también te tengo que pedir que hagas el esfuerzo de continuar, aunque sólo sea por el disfrute que le proporcionas a aquellos que te seguimos (por cierto, con aspecto visual renovado, liviano y hermoso). Pero lo que manda es la voluntad, y ésa es la tuya. Hagas lo que hagas, mi respeto y mi aprecio, tenlo por seguro.
Un fuerte abrazo y buena noche.
Tenia miedo que no regresaras, ahora que me habia enganchado...
He aprendido a hacer el "artefacto", como lo llamas, contigo. No me deje sin el profesor que iré contigo hasta el fin.
Natureza.
me ha gustado esta entrada. yo empleo mi blog del mismo modo. lo paré hace unos días, por falta de tiempo y ganas de expresar que tengo dentro...ni me lo quiero plantear. sigue, es bueno tener algo que te recuerde, es bueno ver mil libretas subrayadas, tener metas, tener aspiraciones, recordar quienes somos...
un abrazo.
Somos unos egoístas y no queremos que te vayas. La vida también es cansarse de las cosas, si es así no hay nada que hacer, pero la pena sería dejarlo por el día a día laboral. lo bueno de un blog es que no tiene reglas, puede ser una sola palabra, una foto, un vídeo, una canción y para eso no hace falta mucho tiempo, el peligro está en la apatía y la pereza que nos generan la rutina diaria, por eso a veces seguir con el blog es resistir.
besos.
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