viernes, febrero 19, 2010

Un poema de Sonia Fides y una canción de Local natives

Siguiendo el hallazgo de un libro que compraré hoy mismo (si puedo y más abajo descubrirán por qué), me tropiezo con un poema que me arregla la semana y, seguramente, todo el fin de semana. Es de Sonia Fides, artífice de un blog que sigo (con devoción) desde hace tiempo: Mademoiselle Joue avec son revolver. Lo dejo aquí por si alguien se apunta a un fin de semana voraz, sorprendente, muy emocionante, descreído y hermoso, muy hermoso, como lo es este poema, que sigo disfrutando cuando vuelvo a él.

ESOS FUNAMBULISTAS METÁLICOS QUE SON SIEMPRE LOS DESCAPOTABLES

Es verano,
lo dicen los termómetros,
las casas vacías,
los buzones que rozan la obesidad mórbida,
el desierto en que se han convertido
los parking de la ciudad,
la inconsciencia de esos funambulistas metálicos
que son siempre los descapotables.
El mío baja a cien kilómetros por hora
por una carretera que bien podría ser descrita
como el living room de ese lugar en el que,


según la Iglesia,
sus habitantes conviven con un verano

ininterrumpido y extremo.
Mientas conduzco noto que me convierto en un asesina,
y no tiene nada que ver con que los mosquitos
acaben aplastados sobre el parabrisas.
Piso el acelerador
y una música desbanca a los cantante de moda.
Es la señal para fingir,
para soportar con estoicismo el aire en la cara,
para asumir que lo mejor para nuestra decadencia
es que se haga adulta viajando al aire libre.


Y vía Los colores de los pensamientos, de la siempre genial Viola Tricolor encuentro (gracias) un grupo que me ha vuelto loco, Local Natives y que pienso escuchar entero. Les dejo este tema, Sun Hands, repleto de encuentros, idas y venidas y mucha música. Perfecto.



Y qué les puedo contar que ya no sepan. Pero qué tiempo más malo, señor. Me da un poco igual. En unas horas marcho (cuánto se utiliza el verbo marchar en el norte de Espaggna; todavía recuerdo a una señora, en un pueblecito de Cantabria, diciéndole a un perro "marcha, marcha"; me quedé alucinado y pensé en cómo se iba a ir un perro diciéndole marcha. Eso sí, el perro se fue, qué cosas) hacia Valencia. Mi objetivo, muy sencillo: dormir algo más de lo habitual, desayunar como un rey y, claro, disfrutar de mi plato preferido: la paella. Hoy pienso tomar la ortodoxa paella valenciana, y mañana sábado un arroz de marisco o un arroz a banda. También pienso probar (para cenar y dormir bien) algo, un fenómeno ufo de ésos, de lo que he oído hablar y no me termino de creer: un bocadillo blanc i negre, que mezcla longaniza y morcilla con algo de all i oli. Si puedo hacer una foto antes de lanzarme a él, la pondré por aquí (lo prometo). Lo malo es que me conozco y sé que terminaré mandado al diablo la foto cuando vea el bocadillo. Ayyyy. Les agradezco su tiempo y su paciencia. Les mando besos y abrazos y les voy a traer un poco de paella y un poco de bocadillo, ele. Biba el blanc i negre y Biba Valencia.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

A pasarlo bien y a marchar prontico que llegueis a la hora de comer. Voy a escuchar la canción que hace tiempo que no me descubres grupos nuevos (ya te dije que echamos de menos tus regalos musicales cuando vienes)Un beso. Cuti

Anónimo dijo...

¡Pero qué rico! Qué disfrutes del fin de semana y BIBAN los bocatas.

Besos
Raquel

Manuel Márquez dijo...

Qué bien, compa Enrique, cómo te vas a poner... Compromisos son compromisos, y yo pienso pasar por aquí el lunes a por mi ración de arroz y morcilla (en caso de que no cumplas, habré de recurrir a aquella mítica frase, culmen de la literatura universal: ¿por qué no te callas...?). En fin, lo dicho... El poema, realmente, muy estimulante, diferente; y la música habré de oírla con más detenimiento (cuando pasé y la ví en el blog de la compa Viola, no me paré tampoco, y eso no está bonito...).

Vuen fin de semana (aunque hoy la petición esté, quizá, de más...), y un fuerte avrazo.

P.S. ah, Enrique, una pequeña corrección -aunque sabes que no me gusta hacerlo, me da un poco de vergüenza-: has escrito mal Valencia, se escribe Balencia...

Viola Tricolor dijo...

Que post tan suculento, leeré el poema con calma, a mi más que la comida me da envidia el mar y el sol de Balencia, la verdad. No te olvides de las fotos y del trozo de bocadillo!! , yo este finde voy a ver al maestro, tu tocayo Enrique. Me alegro mucho de que te hayan gustado los local natives, y muchas gracias por tus gracias, me hace mucha ilusión.
Ah que gracia lo del marcha, no sabia que era del norte jaja, yo también lo uso ;)
un beso, buen viaje

SONIA FIDES dijo...

Eres una AMOR, Enrique. ¡Tú si que me arreglas la semana a mí! pásatelo súper.

Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Muy buena canción y buenísimo poema...Oye, perdona, pero quiero hacerte una pregunta que no tiene nada que ver...estás teniendo problemas al subir archivos de goear? He visto que lo haces de vez en cuando en tus entradas...yo lo estoy intentando y al copiarlo en mi web se oye publicidad en lugar de la canción...

Marcos Callau dijo...

Disfruta de la paella...¡qué envidia!. Me he encontrado con este blog desde el glob d Manuel y debo decir que me quedaré. Me ha encantado la poesía de Sonia Fides (también me la apunto). Un abrazo desde Zaragoza.

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