Hacía ya mucho tiempo que no me detenía tanto en un pequeño fragmento de un libro. La última vez que recuerdo haberlo hecho fue en el arranque (espectacular) de Risa en la oscuridad, de Nabokok y que les dejo:
Érase una vez un hombre llamado Albinus, que vivía en Berlín, Alemania. Era rico, respetable, feliz. Un día abandonó a su mujer por una amante joven; amó; no fue amado; y su vida acabó en un desastre. Éste es el cuento, en suma, y podríamos haberlo dejado aquí si no fuera por el interés y el placer de narrarlo. Pues aunque basta el espacio de una lápida para contener, encuadernada en musgo, la versión abreviada de la vida de un hombre, los detalles siempre se agradecen.
Ahora me detengo, llevo ya varias semanas, en este fragmento de Dublinesca, de Enrique Vila-Matas, que se recoge en la página 99, al principio del capítulo titulado Junio. Tremendo trallazo. Qué delicia.
Pero si un día encontrara ese autor tan buscado, ese fantasma, ese genio, difícilmente éste mejoraría lo ya dicho por tantos otros acerca de las grietas que separan las espectativas de la juventud y la realidad de la madurez, lo ya dicho por tantos otros sobre la naturaleza ilusoria de nuestras elecciones, sobre la decepción que culmina la búsqueda de logros, sobre el presente como fragilidad y el futuro como dominio de la vejez y de la muerte.
Hace un año y un día: Casa de citas: José María Parreño
4 comentarios:
Es muy dificil definir las diferencias a que se refiere Villa Matas sobre los pasos de juventud, madurez, vejez y muerte. Si alguna vez encuentras algo que te guste y lo defina dímelo. Un beso.Mam.
Lo de Nabokov, compa Enrique, es una verdadera delicia; no creo que haya leído en mi vida justificación más certera (ni más flamenca) de la literatura de ficción (o sea, que una novela viene a ser, poco más o menos, un epitafio engordado; bien, bien, me lo apunto...). En cuanto al texto de Vila-Matas, no le anda a la zaga en cuanto a brillantez formal, pero su mensaje me deja bastante hecho polvo. Y, francamente, tampoco tengo ningún puente a mano desde el cual arrojarme al vacío (que es a lo que, poco más o menos, viene a invitar...).
Un fuerte abrazo y buen día.
"las grietas que separan las espectativas de la juventud y la realidad de la madurez". Cómo se puede tener esa facilidad para expresarlo todo? siempre he sentido envidia de esto. Un beso. Cuti
me encanta el texto de nabokov, él y lo que escribe.
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