jueves, abril 26, 2007

Publicidad: Playstation y Kenzo, una comparativa.

Vaya por delante que extraigo íntegramente el material de hoy de Llámame Lola, que ayer cumplió dos años (felicidades y gracias, muchas gracias).

Playstation. This is living y Doble vida

Hace ya algunos días me llamó la atención el anuncio del lanzamiento de la PS3, más que nada porque no sabía qué estaban anunciando hasta el final. Me gustó la estética y el cruce de historias (esto me interesa siempre). Para colmo, me entero de que se ha hecho un vídeo individual de cada uno de los personajes que aparecen en la historia. Todo está en este enlace. Por mi parte os dejo el vídeo del lanzamiento y la historia del soldado Kovac. Llama la atención que la campaña no está destinada precisamente a los niños, como resaltan desde Llámame Lola.









Más dogmático y quizá más interesante fue el anuncio que lanzó la Playstation 1. Bajo el lema Doble vida, incluía este texto algo inquietante, (la traducción la han hecho en Llámame Lola) y que me ha recordado, mutatis mutandi, el que hace unos días puse de Pessoa. Me gusta cómo plantean la exaltación, la emoción y me preocupa cómo relativizan la moralidad con desprecio de la vida. En todo caso, es un gran texto.

Desde hace años, llevo una doble vida.
De día trabajo, cojo el autobús,
me dispongo a currar con la gente.
Pero de noche, vivo una vida de exaltación,
palpitaciones y adrenalina.
Y, dicha sea la verdad,
una vida de dudosa virtud.
No lo negaré,
me he visto envuelto por la violencia,
incluso la he disfrutado.
He mutilado y matado enemigos,
y no tan solo en defensa propia.
He mostrado una indiferencia total
hacia la vida, la integridad física, y la propiedad,
y he saboreado cada instante.
Al verme, jamás pensarías
que he dirigido ejércitos,
y conquistado mundos.
Y aunque para lograrlo
he dejado a un lado la moralidad,
no me arrepiento.
Porque aunque he llevado una doble vida
al menos puedo decir…
... que he vivido.







Kenzo: dos anuncios

Los dos realizados por Patrick Guedj y aunque tienen ese regusto romanticón y algo pasado de muchos anuncios de perfumes, son dos spots que me han gustado mucho. El de Kenzo Amour lleva música de Cocoroise y el de Flower by Kenzo de Shangai Restoration Project, según leo en Llámame Lola. Este último tema podeis descargarlo en este enlace.

10 comentarios:

Olvido dijo...

Son impresionantes los anuncios, geniales. Pero aún me ha impresionado más el contraste con el link de 'hace un año'... y la verdad, encontrarme con Pio Moa, me fa fastidiado el desayuno;-).
Buen día Quique

Anónimo dijo...

De antemano, la playstation no debería ser un producto para niños; de hecho, como tú dices, la publicidad no está dirigida a ellos. Me resultan inquietantes esos anuncios, como me resulta igualmente incómodo no saber el efecto real de esas dichosas maquinitas en el cerebro y futuro comportamiento de nuestra cantera. Tengo que confesar que nunca he jugado con una play, soy una ignorante total; de hecho, tampoco me han atraido los juegos en el ordenador, asi que sobre este tema no tengo opinión como usuaria.

Pero para compensar, los dos vídeos de Kenzo me han devuelto la paz...:) Me encanta ese "regusto romanticón" que te hace pensar que todo está bien en el mundo.

Gracias, buenos y lluviosísimos días.

Pam dijo...

Qué fuerte el texto de PlayStation. Hasta que no he leído las últimas palabras no he recordado que ya las había oído y que ya me impactaron la primera vez. Ahora recuerdo incluso la música, pero... es curioso: no la imagen.
Saludos en dos minutos de descanso desde el despacho, antes de marchar a una rueda de prensa. Y el día... gris...grrrr

Anónimo dijo...

Aquí no llueve. Yo soy carne de cañón por eso hace años que no me acerco a un juego de ordenador. En mi casa hace poco ha entrado una wii. Mi pichurrín se defiende de mis ataques (de ira) con un argumento engañoso: ¿Acaso tú no duermes la siesta? ¡Donde vamos a ir a parar!

Estoy completamente de acuerdo con Marsu, las consolas no son para niños.

Un beso, Miriam G.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Si se enfoca bien -porque tenemos alguno de los dos pies en la tierra, porque nos la han explicado desde pequeños, porque la hemos vivido y distinguimos la realidad de la ficción... no sé por qué- jugar con la violencia puede ser un ejercicio muy sano. (Me recuerda algo muy simple: si habéis hecho terapia, en algún momento puede que os hayan recomendado darle de puñetazos a un cojín, sencillamente descargar la rabia antes de enfocar el problema desde otro punto de vista). El problema es que en esta sociedad lo sano brilla por su ausencia. Seguro que hay mucha gente que sabe de esto más que yo: sólo quería contar una reflexión que me hice después de haber visto la película 300 y leer varias críticas. Me parecen dos caras de la misma moneda aquellos que no distinguen la realidad de la violencia para practicar esta como un juego, y aquellos que en los juegos violentos ven, irremediablemente, el germen de una violencia real.
¿Soluciones? No tengo ni puñetera idea. Sólo sé que me lo paso bien jugando a la play, no sólo con el fútbol, sino también en la segunda guerra mundial o boxeando.

Enrique Ortiz dijo...

Por mi parte agradeceros los comentarios. Es un tema difícil y no tengo hijos. Sé que me engancharon los juegos para pc hace años (el tetris y esas cosas) y que, sabiendo que me quitaría un tiempo que no tengo, nunca he jugado en una consola. Sé que me estoy perdiendo mucho y sé que me encantarían algunos juegos. También he visto a mi sobrino jugar a cosas que no me parecen bien, como atropellar peatones. Por tanto, si se trata de niños, hay que vigilar, seguro. De todas formas, negar los videojuegos, las consolas, es absurdo. Son un medio nuevo y seguramente que apasionante. Un beso fuerte y muchas gracias por los comentarios.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Se me olvidaba decir que mi hija no ha pasado de recolectar manzanas, dar saltos, pasear perros, esquiar o jugar al golf. En todo esto me muevo por intuición, sencillametne sé que me horrorizaría verla atropellando peatones. No sé, es como con las películas: dependiendo del tono y la distancia soy capaz de ver y aceptar ciertas cosas, o no. Yo tampoco podría atropellar peatones, pero sí me he cargado la torta de nazis en Normandía. Uy, qué tema más resbaladizo, ¿no?

Anónimo dijo...

Pues si,muy resbaladizo. Yo tampoco tengo hijos, no sabría donde está el límite, porque aunque atropellen peatones y hagan barbarismos y eso nos sorprenda, vemos después que son niños sanos, que para ellos es eso sólo, un juego, pero un juego de esta época que no es la nuestra. También puede ser duro no dejarle jugar y que todos sus amigos lo hagan...no? que difícil tiene que ser eso de educar. Un beso. Cuti

Anónimo dijo...

Por cierto, yo lo que quiero es la casa que sale en el anuncio de kenzo amour..Cuti

Anónimo dijo...

qué lindo el poema de Pessoa, ahora me siento un poquito especial :)

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