miércoles, marzo 14, 2007

Confesión, un poema de Alvaro García



Confesión


En el amor y en la amistad,
una verdad mínima y cierta
es que amo al descubrir una persona
a la que encuentro noble y única.
Y si el rumor del tiempo lo mismo que una brisa
la delata normal, convencional,
dejada a lo biológico sin vuelo,
idéntica y común en su necesidad
de atesorar poder o a otra persona,

entonces me rebelo -y es mi fallo-
y si me dejan -y aunque no me dejen-
digo mi decepción y mi protesta
o vuelvo simplemente a donde late pura la libertad primera,
el amor o libertad no posesivos,
el trato sin reproche
ni daño o someterse el uno al otro.

Tanta es la esclavitud alrededor
que me es incomprensible la tortura aceptada o elegida.
La he visto en el trabajo y en la casa,
en la mañana urgente, en tarde exenta.
Quien parecía libre de toda mezquindad,
sonriente en la luz de un alto espíritu,
perdía al fin su máscara o su esfuerzo
al ver la confianza que el fervor le brindaba:
no era entonces maldad, o sí lo era,
pero sin duda daban en algo aún peor que malo o bueno:
se volvían vulgares, excluyentes,
grandilocuentes como actrices
sin margen a lo claro, a la alegría
que quedaba en arranque y no en don cotidiano.
Así, más que intimar, intimidaban,
forzaban a silencio la pureza,
la libertad que quise desde niño.


Alvaro García (Málaga, 1965) ha publicado La noche junto al álbum (1989), Intemperie (1995), Para lo que no existe (1999), libro al que pertenece este poema, Caída (2002) y El río de agua (2005). Ha publicado también el libro de teoría poética Poesía sin estatua (2005).


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12 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha dejado impresionada Enrique, ¡como me ha gustado! Me lo guardo, o mejor lo atesoro (como los días que te vi sonreír... ;-))

Me he sentido el poema.

Un beso, Miriam G.

Nota para los no adictos: lo que va en cursiva esta inspirado en una canción de Lapido.

Enrique Ortiz dijo...

Gracias, Miriam, no sabes cuánto me alegro de que te guste. Además, Alvaro García vive en tu tierra de adopción, con lo cual, seguro, sus poemas y tú estais cerca. Un beso, Miriam.

Anónimo dijo...

"...o vuelvo simplemente a donde late pura la libertad primera,
el amor o libertad no posesivos..."

Qué bonito, ¿no? Ojalá se pudiera regresar siempre a ese origen, sin reproches y sin daños.

O mejor, ojalá no necesitáramos o deseáramos regresar ahí, porque quizá eso significaría que ya estábamos en ese punto, o que nunca lo habíamos abandonado (ahora creo que me he hecho un lío...).

¡Gracias!

Enrique Ortiz dijo...

Gracias a ti, Marsu. Hay que volver a ese punto, si se ha salido de él. Un abrazo fuerte.

Pussy Galore dijo...

qué maravilla, qué semana más poética...

Enrique Ortiz dijo...

Cosas del buen tiempo, Sra. Galore, que ya asoma. Un beso.

Anónimo dijo...

Precioso, ahora toca aplicarlo, aprenderlo, no olvidarlo. Un beso. Cuti

Enrique Ortiz dijo...

Jejeje, Cuti, tampoco hija, que te vas a estresar y quedan muchos poemas. Un beso, enana.

Anónimo dijo...

Hombre, estresada ya estoy....pero q era en sentido figurativo, que faltica me hace a veces no olvidar estas cosas, no tengo yo ya cabeza para aprenderlo de memoria. Un beso

Enrique Ortiz dijo...

La cabeza se despeja a los 39, querida Cuti o eso me digo yo a mí mismo. No te estreses, que no sirve de nada, y, venga, otro beso.

Asha dijo...

A los 39, dices? mmmmm..me quedan siete entonces!!! (no desanimarse aylandara, el señor Enrique dice que aún quedan años de "colapso mental")

Precioso poema. Me quedo con esto, quizá porque esa actitud de rebeldía va a ser la postura adoptada:

"Entonces me rebelo -y es mi fallo-
y si me dejan -y aunque no me dejen-
digo mi decepción y mi protesta
o vuelvo simplemente a donde late pura la libertad primera"

Me pongo al día;-)
Gracias por tus abrazos, reconfortan.
Un beso.

Anónimo dijo...

Para que no volvamos a sentirnos así, en muuuchooo tiempo...

Por cierto, la foto que has colgado me parece tan buena, o más, que el poema del bueno de Álvaro García.

William's daddy

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