jueves, mayo 03, 2007

Cosas que hacen BUM, de Kiko Amat


Me gusta como presenta el propio Kiko Amat su novela, la segunda ya, en su blog La escuela moderna:

"Mi segunda novela para Anagrama ha salido a la calle a pasear. Se llama Cosas que hacen BUM, y está editada en la colección Contraseñas. Va de dandies anarquistas, masturbaciones, situacionistas, bombas, Gràcia, anfetaminas, soul y caídas y auges.Adjunto portada y contraportada. Gracias por su atención.
Kiko Amat"

Podeis leer la contraportada en el mismo blog, en este enlace.

Y me gustó mucho también la reseña que Lolita Bosch (a la que tengo que leer) hace en Rockdelux:

"Infancias inglesas, padres ausentes, personajes de cómic, drogas, trapicheos, músicas, acciones terroristas, suicidios en bares heavys de Castelldefels y abuelas de Sant Bloi que deciden luchar contra el municipio robando señales de tráfico, semáforos y parquímetros. Una historia compacta que, literalmente, nos va a hacer reir a carcajadas. Sonoras, escandalosas e impúdicas carcajadas".

Kiko Amat (Sant Boi.1971) ha publicado
El día que me vaya no se lo diré a nadie (Anagrama.2003) y ésta que me ocupa: Cosas que hacen BUM (Anagrama.2007). Amat es articulista (en La Vanguardia y en Rockdelux -delicioso-) y Dj del colectivo Hungry Beat (en el blog La escuela moderna podeis ver qué pone en sus sesiones). Además coedita el fanzine La escuela moderna.

A mí Cosas que hacen BUM me parece una novela soberbia por varios motivos: por la frescura, por su naturalidad, por el sentido del humor, por su novedad, por su estructura narrativa, por sus diálogos, por su capacidad para hacer literatura con historias de jóvenes que me recuerdan muchas cosas de lo que fui (y algunas de las que sigo siendo).

Kiko Amat está convencido de que una novela debe aspirar a ser real, a comportarse como un artefacto donde se inserte la vida, con sus voces, con sus sucesos, con sus risas y, claro, con sus derrotas y lágrimas. Huir de lo artificioso, de lo impuesto, para abrir la puerta a historias que suenen (o puedan sonar) a todo el mundo, siendo, a la vez, literatura y no pastiches, son tareas que Amat, de una forma u otra, tiene en mente cuando escribe. Además, su oído para los diálogos es prodigioso (son magníficos) y su capacidad para hacer reir es muy grande (hay momentos desternillantes en la novela).

Siempre he tenido en mente unos versos de José María Alvarez, que decían algo así como: pero ay de aquél cuyas historias no se puedan leer como se escuchan las historias de los viejos marinos en las tabernas. Esta historia de Kiko Amat se puede escuchar así, es perfecta para eso, tiene un don especial para la oralidad que la hace, por momentos, deslumbrante.

En este enlace se puede leer un listado de preguntas de lectores y respuestas del autor (muy interesante)

Tras la lectura, dos cuestiones: una, es la sensación de que Kiko Amat tiene razón, de que la literatura debe aspirar a esa naturalidad para que el lector pueda entrar si lo desea (esto es más importante de lo que parece y podemos ocuparnos de ello en profundidad; he perdido la reseña que apareció en El Cultural, de El Mundo, donde un crítico reconocía la obligación de la crítica de ponerse al día en relación a los nuevos referentes culturales que, por ejemplo, plantea Amat) y, otra, son las ganas (tremendas) de leer la tercera novela de este escritor, lo cual es mucho.

No os la perdáis.


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10 comentarios:

Cayetana Altovoltaje dijo...

Con esta super-recomendación, a mí también me entran ganas de leerla, pero de momento sólo podría aumentar la torrecita de libros que tengo esperándome a que acabe la dichosa tesis...

Anónimo dijo...

Ahora que me ha dado por leer varios libros a la vez es el momento. La compraré, si, porque solo por el título merece la pena seguro. Otro día gris, gris. Un beso. Cuti

Anónimo dijo...

Tomo nota y lo voy pidiendo ya. He descubierto un método curioso para no ir dejando pasar el tema de los libros, los pido en la web de la librería, cuando llegan me avisan con un SMS y al mes o así me llaman para recordármelo, me da tanta vergüenza que me presento allí al día siguiente, recojo los encargados y vuelta a empezar.

Ya en plan refinado les digo que algunos me los envuelvan para regalo y se los llevo a mi pichurrín, de paso quedo como una reina.

Un beso, Miriam G.

J. M. dijo...

ei, gracias por la recomendación...

Anónimo dijo...

Suena bien, me ha encantado lo de... "Una historia compacta que, literalmente, nos va a hacer reir a carcajadas. Sonoras, escandalosas e impúdicas carcajadas".

Tengo ganas de reirme escandalosa e impúdicamente :).

¡Gracias!

Enrique Ortiz dijo...

Cayetana, no te preocupes: ya tendrás tiempo. Una tesis (nunca he hecho una) es muy exigente, así que dale duro, que ya leerás todo lo que te dé la gana. Un beso.

Cuti, merece la pena, es una novela fresca, divertida, entretenida y lo que es mejor: buena.Un beso.

Jejeje, Miriam, qué bicho, ya le diré yo a tu pichurrín alguna cosa tuya. Un beso.

Gracias a ti, Jose m. Un abrazo.

Marsu, y lo mejor de todo es que tus niñas también la pueden leer, se van a divertir, ya verás. Un beso fuerte.

Pussy Galore dijo...

bueno, bueno, qué pinta más estupenda, con dandys masturbadores, me la pido ya!

Enrique Ortiz dijo...

Y drogas, Sra. Pussy, muchas drogas. Divertida, muy recomendable. Un beso.

Carolina Amigo dijo...

Para nada pràctico.

Anónimo dijo...

Es una buena novela, pero quien haya visto Quadrophenia tal vez experimente la sensación de estar leyendo un libro basado en la película...

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